Next-up Organisation, 19 de agosto de 2010
En una tesis de la UFMG, una de las cinco mayores Universidades públicas de Brasil, el ingeniero e investigador confirma la hipótesis y dice que “Es evidente la correlación existente entre las muertes por cáncer y la localización de las antenas en la ciudad de Belo Horizonte, capital del Estado de Minas Gerais, en Brasil”.
Este estudio científico tenía por objeto comprobar durante más de una década los efectos físicos, químicos y biológicos en la exposición de los seres vivos a las radiaciones electromagnéticas artificiales, conforme a las normas ICNIRP de la OMS, publicadas bajo el mandato de M. Repacholi (nota: en Francia implantadas por el polémico B. Veyret).
El ingeniero Adilza Condessa Dode observó que en la ciudad de Belo Horizonte, la tercera ciudad más poblada de Brasil, con 2,5 millones de habitantes, tiene también la mayor concentración de antenas del país, presentando también la tasa más alta de muertes por cáncer. La tasa más baja se encuentra en la región de Barreiro, donde también hay una una concentración menor de antenas y estaciones base.
“La contaminación causada por la radiación electromagnética es el mayor problema medioambiental del siglo XXI”, dijo el ingeniero, que en defensa de su tesis recomienda la adopción por parte del Gobierno del llamado principio de precaución, aprobado en Río-92, que se expresa en los siguientes términos:
“ Hasta que no haya certeza científica sobre la ausencia de riesgos, la implantación de un nuevo producto o tecnología debe de ir acompañado de medidas eficaces y prevenir los posibles daños a la salud y el medio ambiente”.
A la hora de evaluar la tesis, el Dr. Alvaro Augusto Almedia Saller, del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS) dijo: “ Con este trabajo, se confirman los estudios ya realizados en Alemania e Israel: los efectos producidos por esta tecnología que se ha popularizado tan rápidamente”.
La hipótesis de la investigación que establece una relación entre las muertes por cáncer y la proximidad de las antenas fue comprobada en base a los datos obtenidos y la información oficial sobre las defunciones producidas entre 1996 y 2006.
De los 22.543 fallecimientos en este periodo, el investigador ha comprobado que se han producido 4924 fallecimientos por cáncer de próstata, mama, pulmón, riñón, hígado, que son reconocidos en la literatura científica como relacionados con las radiaciones electromagnéticas artificiales.
Para abordar toda esta información, el investigador se asoció con Waleska Teixeira Caiaffa, coordinador del Observatorio de Salud Urbana de Belo Horizonte, con Grupos de Investigación y Epidemiología, de la Facultad de Medicina de la UFMG. Utilizó una metodología original: la geolocalización para comprobar la distancia entre las antenas y las 4924 personas fallecidas por cáncer: “ Hasta 500 metros de distancia se produjo el 81,37% de la tasa de muertes”, lo que indica un nivel muy significativo.
También comentó que en los últimos años se había producido un aumento paralelo en los casos de cáncer registrados en el país, lo que viene certificado por el Instituto Nacional del Cáncer (Inca). Con el aumento de los teléfonos móviles: “ No se puede saber la causa de la muerte, ¿pero cuál es el factor nuevo de este periodo? Parece que el único factor nuevo introducido en este periodo es el teléfono móvil; no hay otro”, dice Adilza Condessa Dode. “ Sobre si los niveles de radiación artificial son seguros en la salud humana, éste es el problema, pues hasta ahora nadie sabe si existen y cuales son los límites de exposición peligrosos para la salud”, dice Adilza. “ Fueron redactadas bajo la mirada tecnológica, la eficiencia y la reducción de costes, no sobre la base de estudios epidemiológicos”, asegura.
Según el Dr. Álvaro Augusto Almeida Salles, la gran mayoría de los estudios epidemiológicos sobre los efectos sobre la salud de las ondas artificiales emitidas por los dispositivos wifi y Bluetooh, se han hecho con niveles bajos de radiación, pero de forma continua: “ Estamos ejerciendo de conejillos de indias de estas tecnologías, que nunca han sido comprobada su inocuidad”. Dode Adilza señala la aberración que supone la utilización de estos dispositivos en los hospitales e instalaciones médicas: “ Es preciso desconectar todos los dispositivos basado en la RF en los hospitales”.
En su tesis, Adilza Dode hace referencia a los diversos estudios oficiales sobre los efectos de los campos electromagnéticos. Uno de ellos, el proyecto REFLEX, financiado por la Unión Europea, realizado en el año 2004 por 12 laboratorios en siete países, dice que la radiación electromagnética emitida por los teléfonos móviles puede afectar a las células y producir daños en el ADN, activando o desactivando ciertos genes.
Otros estudios realizados en Naila (Alemania) se ha encontrado que los casos de cáncer son tres veces mayor en personas que viven en un radio de menos de 400 metros en torno a las antenas de telefonía móvil. Otro estudio científico realizado en Israel (USFI), mostró un aumento de 4,15 veces la incidencia de cáncer en los residentes que viven en un radio de hasta 350 metros de las antenas de telefonía móvil.
Recomendaciones
En este capítulo, la tesis plantea una serie de recomendaciones y sugiere que Brasil se ha comprometido con la revisión de las normas. El gobierno no permite la instalación de tecnología inalámbrica en guarderías, escuelas, casa de reposo, residencias y hospitales, creando una infraestructura para medir y controlar los campos electromagnéticos de microondas y desalienta el uso de los teléfonos móviles por parte de los niños y adolescentes.
Para las empresas de telecomunicaciones, la tesis recomienda la producción de teléfonos móviles con el haz de radiación en dirección opuesta a la cabeza del usuario, e invertir en la búsqueda de los niveles de radiación en los límites de seguridad y unos niveles de radiación de las antenas inferiores a los actuales (DAS, 2 watios), así como en las estaciones de base (potencia, 20 watios).
Para los usuarios, Adilza recomienda no ponerse cerca del teléfono móvil, adoptando la práctica de enviar mensajes, evitando su proximidad con la oreja, alejando lo más posible de los centros de radiación pasiva. Incluso aconseja que los espacios públicos tengan una zona reservada para el uso de los teléfonos móviles y que las personas no acepten la instalación de antenas en los tejados de sus viviendas. “Hay una creencia muy común según la cual los que viven debajo no recibirían radiación o ésta sería muy escasa. Esta creencia ha sido desmentida por las investigaciones recientes.” “No estamos en contra de los teléfonos móviles, pero queremos que se adopte el principio de precaución, hasta que los nuevos descubrimientos científicos establezcan los límites de seguridad en la exposición a las radiaciones no ionizantes compatibles con la salud humana. Pero no creo que las leyes vayan a cambiar si no se producen movilizaciones sociales.”
-Referencias:
– UFMG
-Tesis: Mortalidad y Telefonía Celular Por neoplasia en Belo Horizonte
Minas Gerais
– Autor: Dode Adilza Condesa (CV)
– Defensa: 26 de Marzo de 2010, junto al Programa de em Doutorado
Saneamiento, Ambiente e Recursos Hídricos Meio (Desa)
– Orientadora: Mónica Maria Diniz Leão, Profesora Departamento de
Sanitaria Engenharia e Ambiental, da Escola de Engenharia da UFMG
– Co-orientador: Waleska Teixeira Caiaffa, Profesora Departamento de
Medicina Preventiva da Facultad de Medicina de la UFMG.