Escudos humanos en Gaza

El Ejército de Israel trata de justificar el bombardeo de zonas civiles

Por Neve Gordon y Nicola Perugini, 20 de julio de 2014

Common Dreams

Gaza_cupula_militar_Israel

Todos los bombardeos que se llevan a cabo en los espacios urbanos, por mucho que se pretendan con una precisión quirúrgica, son una trampa mortal para los civiles. En consecuencia, el desarrollo de la guerra en el interior de las ciudades transforma de forma inevitable a sus habitantes en potenciales escudos humanos.

Para los palestinos que viven en Gaza, que simplemente residen en sus hogares, o acuden a rezar a las mezquitas, o acuden a un hospital o a las escuelas, todo esto se ha convertido en una empresa peligrosa, ya que cualquiera de estos edificios puede convertirse en cualquier momento en objetivo militar. Se puede suponer que la presencia de estos cuerpos humanos, incluidos los niños, en los espacios civiles es una débil defensa frente a la capacidad letal del armamento de alta tecnología.

Pero sabiendo que estas armas de alta tecnología pueden matar a cientos o miles de civiles, los ejércitos tienen que dar una justificación moral por sus acciones a fin de preservar su posición en el ámbito internacional, tienen que demostrar que sus atrocidades se basan en los principios de la Democracia Liberal.

Precisamente en este contexto es en el que debemos entender los carteles que recientemente ha difundido el Ejército de Israel a través de sus cuentas de Twiter, Facebook y blogs.

Gaza_escudoshumanos1

Este cartel que dice: “¿Dónde esconden sus armas los terroristas de Gaza? En las casas, en las mezquitas, en los hospitales y en las escuelas”, es un ejemplo paradigmático, y convierte a cualquiera de estos edificios en objetivos legítimos, ya que se supone que son depósitos de armas.

Gaza_escudoshumanos2

Un mensaje similar aparece en este otro cartel: “¿Una casa es sólo un hogar?”, en el que se ve el interior de una vivienda, donde presuntamente los palestinos ocultarían cohetes: “Hamas utiliza las casas de los palestinos con propósitos militares”.

La lógica es sencilla: en la medida en que Hamas esconde armas en las casas (algo ilegítimo), Israel puede bombardear esas viviendas como si se tratara de objetivos militares ( algo legítimo). Es decir, de las muchas funciones de una vivienda ( casa, refugio, intimidad, etc) una sola de ellas ( el hecho de ocultar armas) determina la consideración de un espacio urbano ( una casa), de manera que la casa pierde su significado tradicional.

La pregunta : “¿Cuándo se convierte en un objetivo militar legítimo?”, no es más que retórica. Lo que quieren decir es: “Todas las casas de Gaza son objetivos legítimos”, ya que todas las casas son potencialmente algo distinto a hogares.

Gaza_escudoshumanos3

No hay diferencia con las guerras coloniales, o con otras guerras asimétricas, la falta de legitimidad de Israel para realizar bombardeos indiscriminados se basa en la profunda disyuntiva moral entre israelíes y palestinos. En el cartel que dice: “Israel utiliza las armas para proteger a la población civil. Hamas utiliza a los civiles para proteger sus armas”, los palestinos son así representados como bárbaros que ignoran los principios básicos del Derecho Internacional.

Gaza_escudoshumanos4

La guerra de Israel no sólo supone una reconsideración de las estructuras arquitectónicas, sino que trata de considerar las muertes de seres humanos como daños colaterales, personas que pueden matarse sin violar el Derecho Internacional. Este es el trasfondo del cartel con el mensaje difundido con la imagen del Jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel: “A pesar de que realizamos ataques, recordamos que hay civiles en Gaza a los que Hamas ha convertido en rehenes”.

Una vez más, la lógica es clara. Todos los civiles de Gaza son rehenes de Hamas, lo que se considera un crimen de guerra y una violación del Derecho Internacional que rige los conflictos armados. Se proporcionaría así una justificación legal y moral a los asesinatos de civiles cometidos por Israel. Las presuntas violaciones de los Derechos Humanos llevadas a cabo por los palestinos contra los propios palestinos, la toma de rehenes convirtiéndolos en escudos humanos, se convierten así en la legitimación de una violencia letal e indiscriminada por la parte de las fuerzas de ocupación.

Por lo tanto, el uso de escudos humanos no es solamente una violación del Derecho Internacional. En las guerras asimétricas urbanas contemporáneas, la acusación de que el enemigo utiliza escudos humanos es una razón para validar la afirmación de que la muerte de civiles, en principio no señalados como objetivo, es un daño colateral. Cuando todos los civiles son potenciales escudos humanos, cuando todo y cada uno de los civiles puede llegar a ser rehén del enemigo, entonces todos los civiles del enemigo se vuelven objeto de los ataques.

Para que todo esto resulte convincente, el Ejército de Israel en este contexto asimétrico da rienda suelta a la violencia en contra de toda la población. Esto se justifica por ejemplo, por lo que dice otro cartel: “Algunos refugios antiaéreos albergan a personas, otros albergan armas.”. Aquí una situación tan descaradamente desproporcionada se presenta como si se tratara de algo muy equilibrado.

Gaza_escudoshumanos5

Los residentes de Gaza están siendo bombardeados por aviones de combate F-16 y aviones no tripulados, pero no tienen refugios antiaéreos ni lugar dónde huir. Los habitantes de Israel son bombardeados por cohetes de fabricación artesanal, muchos de los cuales son interceptados por los misiles que forman parte del programa Cúpula de Hierro. La mayoría de la población de Israel tiene acceso a refugios y pueden huir del alcance de los cohetes.

Todas estas imágenes distribuidas por el Ejército de Israel a través de los medios de comunicación social son un intento de transformar a la población civil en sospechosa en las áreas que bombardea, con independencia de que estas áreas bombardeadas sean centros urbanos.

El quid de la cuestión es que en el contexto de la guerras asimétricas contemporáneas, lo débiles no disponen de muchas opciones. Cuando no hay refugios antiaéreos, las personas permanecen en sus casas durante los bombardeos. Y como en el caso de los palestinos en Gaza la huida no es una opción, porque todas las salidas están cerradas, o porque la casa del vecino está bajo la misma amenaza que la nuestra, o porque ya se es un refugiado y no quiere volver a convertirse en un nuevo refugiado, se queda donde está, de modo que la permanencia de estos escudos humanos (ilegales) constituyen una forma de resistencia.

—-

Neve Gordon en un activista israelí y autor de La ocupación israelí.

Nicola Perugini es un antropólogo que da clases en la mezquita Al Quds Bard Honors College en Jerusalén. Su trabajo se centra en el colonialismo, los espacios y la ley. En la actualidad es profesor visitante en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

Procedencia del artículo:

http://www.commondreams.org/view/2014/07/20