Por Stuart Jeanne Bramhall, 29 de marzo de 2014
The Zero Waste Solution: Untrashing the Planet One Community at a Time de Paul Connett (Chelsea Green 2013) es un libro que habla de la recuperación de los residuos casi en su totalidad y su reutilización, que es el nuevo estándar de oro en el reciclaje. Este nuevo libro de Connet resume la situación del movimiento a favor de residuos cero en las comunidades locales de todo el mundo. Hace una detalla descripción de los programas y tecnologías existentes, proporcionando herramientas a los activistas locales para presionar a los Gobiernos y responsables del medio ambiente.
Según Connett, tenemos la capacidad tecnológica para reciclar del 80 al 90% de los residuos que producimos, y eso desde mediados de los años 80. Lo que ha frenado este desarrollo ha sido la pretensión de la Industria en maximizar sus beneficios para las empresas que gestionan las plantas de tratamiento de residuos, las incineradoras y las empresas embotelladoras de refrescos.
Las empresas que gestionan las plantas de residuos y de las incineradoras constituyen poderosos grupos de presión, y mantienen estrechas relaciones con gobiernos regionales y locales. Connett también documenta el poco conocido papel que desarrolla la Coalición de Acción Ambiental de Empresa (BEACC), que tiene sus grupos de presión en las principales ciudades para el reciclaje del vidrio y las latas de aluminio.
Tras el primer Día de la Tierra celebrado en 1970, BEACC, entre cuyos miembros se incluyen Coca-Cola, la Industria del Aluminio y Seven Up, temieron que se aprobasen leyes para la reducción de residuos que implicasen, por ejemplo, un programa obligatorio para el retorno de las latas de aluminio. Entonces vieron en el reciclaje una manera de abordar este asunto.
Historia del Movimiento Cero Residuos
El Movimiento Residuos Cero se inició en Berkeley, California, en la década de 1980, y en Canberra., Australia, en la década de 1990. En la actualidad, California e Italia están a la cabeza en cuanto a la participación de la comunidad. En 1996, 300 comunidades de California lograron detener el 50% de la basura enviada a vertederos e incineradoras. San Francisco consiguió un 80% en octubre de 2012, y espera conseguir el 100% en 2020. Más de 200 localidades italianas han alcanzado el 70% en la recuperación de los residuos, que en algunas pequeñas ciudades llega a más el 80%.
No sólo la recuperación de los residuos es mucho mejor para el ambiente y la salud humana (1), sino que es mucho más económico que la gestión tradicional de residuos. El reciclaje y la reutilización de los recursos siempre ahorra dinero. La crisis que ha afectado a las empresas, a raíz del colapso económico de 2008, ha obligado a muchas empresas a hacer un uso más eficiente de los recursos. Las empresas japonesas son líderes en este sentido, con cerca de 2800 empresas que no generan residuos. Entre ellas hay empresas incluidas en Fortune 500, entre las que se encuentran Anheuser Bush, Apple, Hewlett Packard, Pillsbury Xerox, Ricoh electrónica, que se han comprometido a no producir residuos.
Las doce categorías de desechos
Los expertos dividen los residuos reutilizables en doce categorías:
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Bienes reutilizables: electrodomésticos que se pueden reparar, escombros procedentes de demolición y la ropa, muebles y artículos para el hogar.
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Metales
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Vidrio
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Papel
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Polímeros plásticos (incluyendo las bolsas de plástico)
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Textiles (incluyendo la ropa de un solo uso)
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Productos químicos, entre los que se incluyen solventes reutilizables, pinturas, aceites y lubricantes.
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Madera, procedente de muebles
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Restos vegetales
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Desechos de cocina y estiércol
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Suelos, de tierra estéril o desarrollados
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Cerámica, piedra, porcelana, concreto y ladrillos.
En la actualidad, más del 90% de los residuos corrientes se pueden recuperar fácilmente para su reventa. Aquellos residuos que no son recuperables, sobre todo por tratarse de materiales peligrosos, como pilas, equipos electrónicos, tubos fluorescentes, que contienen mercurio, y pañales desechables. Muchos defensores de cero residuos quieren que las leyes establezcan una responsabilidad extendida al productor para hacer frente a los residuos peligrosos. De este modo, el fabricante tendría que buscar una alternativa no tóxica o aceptar de nuevo el producto para su eliminación segura.
De las doce categorías de residuos recuperables, los desechos de cocina comprenden del 33 al 40% de todos los desechos, que serían fáciles de vender como abono. Connett señala a localidades de Italia que fomentan el compostaje; en Seatle y otras ciudades se recolecta la basura orgánica. Esto último parece más factible, ya que la opción de hacer compost no parece factible para hoteles, restaurantes y supermercados, que generan grandes cantidades cada día.
Cero residuos genera empleos
En vista del enorme ahorro en costes, me sorprendió al enterarme de que la creación de empleo es otro de los importantes beneficios que tiene la no generación de residuos. La no ocupación de nuevo suelo, el ahorro energético y el ahorro en los gastos de transporte hacia los vertederos e incineradoras, algo muy caro, hacen que los programas de Cero Residuos sean más baratos, a pesar de emplear a muchas más personas.
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El reciclaje reduce los efectos del cambio climático al no producirse metano, uno de los principales gases de efecto invernadero y de los más perjudiciales, que se produce por la descomposición de la materia orgánica en los vertederos, y por las emisiones de carbono al incinerar los residuos. Vertederos e incineradoras plantean importantes riesgos para la salud. Los vertederos contaminan las capas freáticas con sustancias tóxicas. Las incineradoras producen dioxinas, que están vinculadas con el cáncer, defectos de nacimiento, problemas inmunológicos y de desarrollo neurológico.
Procedencia: http://dissidentvoice.org/2014/03/zero-waste-closer-than-you-think/
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http://www.ecologistasenaccion.org/article27709.html