por Adam Engel, 6 de octubre de 2012
Querida elite gobernante, agentes y administradores:
Soy un don nadie. Al menos nadie en particular, o en todo caso un miembro poco productivo de la mayoría subyugada. Sin embargo, eso no quiere decir que no me haya dado cuenta de la asombrosa proeza que han realizado al transformar en racista, imperialista o en una Demagocracia, siendo la mayor fuente de eliminación de almas humanas que el mundo haya conocido.
Es cierto que Stalin tuvo su tiempo, y los nazis acumularon un número no escaso durante su breve reinado, pero nadie se ha acercado a la eficiencia y dominio de la tecnología de la eliminación de almas humanas, como el buen y viejo Estados Unidos de América está haciendo con las vidas de miles de personas desde 1945. Además, las estadísticas que recogen los datos de Stalin y Hitler no tuvieron en cuenta la eficiencia, la gestión del tiempo y el considerable gasto por unidad de trabajo humano, tanto en casa con en el exterior.
A partir de ese primer faro de luz que fue Hiroshima, con los bombardeos masivos y los ataques con aviones no tripulados en la actualidad, Norteamérica se ha convertido en el gran Eliminador de su tiempo, tal vez el mayor eliminador de almas humanas de todos los tiempos. Porque nosotros ( espero no ofender a nadie al emplear el término nosotros, ya que ese nosotros representa al 99% que se identifica con el Leviatán y del que se gusta compartir, aunque sólo sea indirectamente, y como los aficionados al fútbol, la gloria) hemos eliminado millones en todo el mundo, acaparando la mayor cuota del mercado como ningún imperio lo había hecho con anterioridad, y con siete mil millones de almas humanas llenando el planeta, de modo que las posibilidades de avance parecen no tener fin.
Ya sea mediante el uso de armas nucleares, napalm, ataques aéreos, asesinatos, encarcelamientos, sanciones económicas, embargos, imposición de deudas, contaminación y la mala gestión de los recursos, animales, vegetales y minerales, los Estados Unidos de América han alcanzado una tasa en la eliminación de vidas humanas por hora de trabajo laboral o militar que cualquier señor de la guerra de la Iliada o la Odisea habría envidiado.
¿Por qué los Estados Unidos han llegado a ser tan eficientes en la eliminación de vidas humanas “con las que había que partirse los riñones para alimentar y mantener”, de modo que la mayor parte de las unidades domésticas sólo tienen una ligera noción del enorme número de eliminados por el Imperio ( su Imperio por supuesto, pues a nosotros los consumidores inútiles nos gusta formar parte del equipo)?
Por otra parte, su genio en la creación cada vez más eficiente de métodos de eliminación a un costo unitario mínimo ha generado puestos de trabajo, pero hay un sobrante de unidades humanas para su uso como trabajadores en el futuro o incluso unidades de consumo aspirantes a eliminadores para las generaciones venideras.
Repito una vez más que no soy nadie, tal vez nadie en particular, pero permiso para decir: “Gracias, gracias desde el fondo de mi corazón yanqui, vacío”.
Y ahora todos juntos vamos a cantar:
Dios, bendice a América
La tierra que adoro
y deseo siempre estar a su lado
Y guiarla
como un alcahuete de visita
a una puta joven y virgen…
Adam Engel, Comandante Supremo y Presidente Para la Vida ( o sea, redactor) de bluddlefilth.org ha publicado sobre todo tipo de materias que usted pueda encontrar por «Googling» Presente su alma a bluddlefilth@yahoo.com. Lea otros artículos de Adam.