Por Marti Hiken y Luke Hiken, 4 de marzo de 2011
Cada día nos enfrentamos con una nueva atrocidad perpetrada por nuestro Gobierno y sus líderes contra las personas, sean de aquí o de otra parte del mundo. La decisión de acusar a Bradley Manning por un delito que le podría llevar a la pena de muerte, es seguramente el punto más bajo dentro de la jurisprudencia norteamericana. Está a la par con el juicios espectáculo perpetrados por Stalin o Hitler, y marca un hito en la hipocresía del enjuiciamiento.
Este juicio tiene de todo: tortura, intimidación, mentiras, noticias a bombo y platillo en los medios de comunicación, exageraciones. Es el punto culminante de aquellos que intentan destruir la Democracia en los Estados Unidos.
Desde su detención en mayo de 2010, Manning ha sido encarcelado en condiciones que Amnistía Internacional (AI) ha calificado de torturas, relacionadas con la privación sensorial. AI ha presentado una queja ante las Naciones Unidas, intentado con ello que Estados Unidos cumpla con los condiciones mínimas de trato hacia los presos.
Cuando Wikileaks comenzó a publicar los documentos que muestran las mentiras y maniobras que Estados Unidos ha extendido por todo el mundo, Hillary Clinton le calificó de “traidor” y pidió su rápido procesamiento. Sus argumentos eran tan absurdos que no podían ser ignorados ni por el Gobierno, ni por su Presidente. Ahora, 10 meses después, la Casa Blanca está en una posición de debilidad y el Pentágono se ha crecido, cumpliendo con la petición de Hillary. No acusen a Manning de un delito, mátenle. Sólo amenazando con matar al mensajero puede el Gobierno llevar a cabo sus planes de intimidación y venganza puede acallar la voces que disienten dentro de las Fuerzas Armadas y en el exterior.
¿Qué es lo que ha hecho Manning? ¿Ha participado en crímenes de guerra, matando a civiles inocentes? ¿Ha violado el Derecho Internacional mediante el uso de aviones no tripulados (drones) contra la población civil? ¿Ha golpeado o torturado a extranjeros con el fin de debilitar su voluntad por oponerse a los planes estadounidenses?
No, él no ha hecho nada de esto. Estos actos de barbarie son el resultado de un coro que dice que hay que “apoyar a nuestras tropas” y otros cantos similares. La bestia que realiza este tipo de delitos está muy bien pagada: funcionarios, mercenarios, y los cobardes seguidores de las empresas que ejecutan estos delitos. Los crímenes de Manning son de otro orden: mostró un vídeo en el que se veía un helicóptero de Estados Unidos lanzando un misil contra civiles desarmados, oyéndose un coro de aplausos y vítores por parte de los guerreros del aire. A continuación, presuntamente filtró información a la prensa y al pueblo estadounidense sobre estas acciones ilegales de nuestro Gobierno, Todo en forma de notas y misivas.
En otras palabras, hizo pública una información, mientras que la tónica de la información suministrada por el Gobierno ha sido la deshonestidad y la mentira sobre nuestras actuaciones en el exterior. Según la Casa Blanca, el Pentágono y los poderos fácticos, sacar a relucir esta información es “ayudar al enemigo”, un delito que es punible con la pena de muerte. El enemigo en este caso es claramente el pueblo norteamericano. Como declaró Manning poco antes de su arresto: “la gente debe saber la verdad, independientemente de quiénes sean, porque sin información la gente no puede decidir en cuanto a una determinada actuación”. Wired Magazine, 10 de junio de 2010.
El objetivo para tratar de matar a Manning es obvio: los denunciantes serán silenciados de esta forma en este país. Estados Unidos no puede continuar asesinando y saqueando a su antojo, a menos que el pueblo estadounidense no sepa de la conducta de su Ejército y su Gobierno.
Sin embargo, hay otra razón por la que Manning es el blanco perfecto para una nación belicista como es Estados Unidos, que es gay. Este es un hecho que no va a oír en boca de los oficiales militares. Pero así como el Tea Party está ofendido e indignado porque un hombre negro sea el Presidente de los Estados Unidos, de forma similar el soldado Manning es doblemente odioso: su preferencia sexual. Muchos sureños blancos ( y muchos norteños) no pueden tolerar que Obama sea presidente, no sólo por su actuación política, sino más bien por su raza. Por esta razón lo demonizan llamándolo extranjero, socialista, y anti-estadounidense. Así como la Fox News se niega a reconocer el papel que la raza juega en el odio republicano a Obama, lo mismo ocurre con los militares guardando silencio sobre la tendencia sexual de Manning.
La acusación de Manning por un delito que lleva acarreada la pena de muerte, es similar a la acusación que se hizo a Juana de Arco de ser una bruja.[…] La muerte es la única respuesta a la que un régimen dictatorial puede aspirar.
Luke Hiken es abogado, especialista en práctica penal, inmigración, asuntos militares y derecho de apelación. Marti Hiken es directora de Progressive Avenues y ex directora adjunta del Institute for Public Accuracyy ex presidenta del National Lawyers Guild Military Law Task Force. Visite el sitio web de Marti Hiken y Luke Hiken (http://www.progressiveavenues.org/)
http://dissidentvoice.org/2011/03/can“justice”sink-lower-than-the-bradley-manning-case/
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