por Martha Rosenberg / 12 de febrero 2011
No deberíamos comer los animales que han tenido un implante de trembolona (http://www.puntofape.com/todo-sobre-la-trenbolona-454/) en su oreja, una hormona del crecimiento con alto efecto androgénico en el cuerpo, según informó en 2008 Associated Press
De las muestras de agua tomadas en una granja de engorde de Nebraska, se comprobó que contenían cuatro veces más altos los niveles de trembolona que otras muestras de agua, y se observó que los peces macho que se encontraban en las cercanías tenían niveles bajos de testosterona y la cabeza pequeña.
No hace falta acudir al médico para tomar una extraña mezcla de recetas, en la que se incluyen analgésicos, antibióticos, antipsicóticos, medicamentos para el colesterol, para el asma, la epilepsia, medicamentos para el corazón, y todo ello en el agua potable, según indicó Associated Press. De forma gratuita.
Otros “biosólidos” que se encuentran en el agua son los medicamentos contra los hongos y un tóxico presente en el plástico, el bisfenol A, que se desprende de las botellas de agua embotellada que, irónicamente, la gente bebe para evitar el agua del grifo.
Mientras que los profesionales farmacéuticos y del tratamiento del agua niegan la presencia de medicamentos en los aguas superficiales y el agua potable, Mary Buzby, directora de tecnología ambiental del gigante farmacéutico Merck, fue más sincera en el año 2007, durante una conferencia:
“No hay duda de ello, los productos farmacéuticos se están detectando en el ambiente y existe una preocupación real por estos compuestos, que incluso en concentraciones pequeñas podrían causar serios impactos en la salud humana o en los organismos acuáticos”.
Y si nos hace falta una segunda opinión de si hay antibióticos en el agua potable de las ciudades, hormonas sexuales y otros medicamentos, observemos a los propios animales: los peces capturados cerca de una planta de tratamiento de aguas residuales cerca de grandes ciudades tenían residuos de medicamentos para el colesterol, para la tensión arterial alta, antipsicóticos, antidepresivos y otros, según resulta del análisis presentado en Discovery en 2006.
Los peces macho del río San Lorenzo, cerca de Montreal, están desarrollando ovarios, según encontró Daniel Cyr, del Instituto Nacional de Quebec de Investigaciones Científicas, según se informó en el año 2008 en Independent Post. Y ahora los peces de esta misma zona también presentan restos del antidepresivo Prozac en sus órganos, señala la Universidad de Montreal.
(Y eso sin contar con las ranas feminizadas, con órganos sexuales femeninos y masculinos, que cada vez se encuentran con más frecuencia en los vías fluviales, o en las charcas de los suburbios… lo cual indica graves daños ecológicos, dicen los científicos).
Cuando los científicos de la Universidad de Clemson, Carolina del Sur, estudiaron los efectos del Prozac sobre la perca rayada, encontraron que los peces se mantenían en la superficie del agua, a veces con la aleta dorsal fuera del agua, a diferencia de los peces no expuestos a Prozac, que se quedaban en el fondo del estanque. Mantenerse en la superficie podía aumentar los ataques de los depredadores, disminuyendo su supervivencia, dijeron los investigadores…
Algo similar en el comportamiento se ha observado en los camarones expuestos al Prozac, que suelen dirigirse con más frecuencia hacia la luz que lejos de ella, siendo más susceptibles a los depredadores, informa Southern Daily Echo News
“ Los crustáceos son cruciales en la cadena alimentaria y si el comportamiento natural de los camarones cambia a causa de los antidepresivos presentes en el mar, esto podría alterar el equilibrio natural del ecosistema”, dijo el Dr. Alex Ford, de la Universidad de Ciencias Marinas de Portsmouth.
Durante años, las autoridades sanitarias nos ha dicho que sólo porque las percas y los cursos de agua estén contaminados con clordano (http://es.wikipedia.org/wiki/Clordano), los BPC, el metilmercurio, eso no quiere decir que el agua potable no sea segura. Pero la presencia de medicamentos sin receta en los peces es un indicador de que el agua potable puede no ser segura.
Martha Rosenberg es columnista y dibujante, que escribe sobre temas de salud. Su dirección de correo electrónico: martharosenberg@sbcglobal.net. Otros artículos de Martha: http://dissidentvoice.org/author/MarthaRosenberg/
http://dissidentvoice.org/2011/02/the-drug-store-in-your-tap-water/