Robo 101
Por Dr. Mark Sircus
Contribuyentes, ancianos, y todos los que se enfrentan a su próximo retiro, afrontan también su propio Waterloo. Ahora se dice que los beneficiarios de las pensiones no van a poder recibir lo que se les dijo, porque el Estado no tiene los suficientes recursos. Ya la Seguridad Social no mantiene el poder adquisitivo de los pensionistas, pero todo esto es sólo una mínima parte de lo que puede venir.
En Estados Unidos ahora se presenta el problema de las pensiones públicas, ya que dicen que no pueden hacer frente a los 574 mil millones de dólares que se necesitan. Incluso a nivel municipal hay un agujero de 3.000 mil millones de dólares en pasivos no consolidados, ya estimados en las pensiones estatales, según el estudio realizado por la Escuela de Kellogg y la Universidad de Rochester. Los ingresos financieros para hacer frente a las pensiones no financiadas por parte del Gobierno Estatal y las administraciones municipales se han visto mermadas por la recesión.
Algo tendrá que hacer el gobierno, pues no se puede robar al hombre corriente para entregárselo a los ricos. Viendo como el Sistema se cae sobre sí mismo, se hacen proyectos desesperados de salvar el barco que se hunde. No es un intento de rescate, sino dar más tiempo a las ratas de abandonar el barco, dejar el país, llevarse el oro, construir refugios subterráneos, y divertirse de lo lindo.
Paul Joseph Watson en Info War dice que los norteamericanos deberían estar preparados para ver como el Gobierno obliga a las 401 pensiones privadas de varios millones de sus ciudadanos, haciéndoles cumplir con un impuesto sobre su nómina del 5% adicional, como parte de un nuevo programa que autorizará a la Administración de la Seguridad Social a redistribuir fondos de pensiones, como un ejemplo de la situación desesperada.. Los tiempos desesperados requieren de respuestas desesperadas ¿ pero existe un límite?
Las ciudades, los condados y las autoridades de Nueva York han prometió 200 mil millones de dólares en subsidios por enfermedad para sus jubilados. El Gobierno Federal ha prometido la luna, 100 mil billones de beneficios para la Seguridad Social, Asistencia Médica y Seguros de enfermedad para los jubilados, no dejando de lado nada, como en Nueva York. La gente ha pagado sus impuestos durante décadas y el Gobierno lo ha cogido y gastado, así que ahora sólo queda para empapelar con las promesas y comprar papel higiénico.
La civilización moderna parece que gusta del robo, porque perdona que la elite robe sus billones de dólares. Han conseguido fabricar super ricos, con el dinero suficiente como para construir ciudades subterráneas y poseer enormes barcos, y todo lo que quieran. ¿De dónde piensa usted que viene todo ese dinero que fluye? Literalmente, ha sido robado, de las cuentas corrientes de las gentes, de los pagos médicos y de la Seguridad Social… Se aprovecharon de la crisis para amontonar enormes cantidades de dinero y con lo que se les dio para echarles una mano.
Los ciudadanos de la clase media, observantes de la ley, se están dando cuenta de que cumpliendo el juego según las reglas se hace el imbécil. Como un jugador de póker que ha sido limpiado por el resto de jugadores, y que sólo despierta cuando se da cuenta de que le han engañado. La clase media americana comenzará a decir lo que Brian e Ilsa dijeron: Joder con las reglas. Jode un juego en el que los otros ponen sus reglar y te obligan a jugar. Jode ser buen ciudadano. Jode rellenar formularios, jode pagar impuestos y jode el Gobierno, y joden los bancos… Joden los gorrones que viven sin alquiler mientras nosotros paganos pagamos. Joden las causas judiciales, un juego en el que sólo puedes participar si tienes el suficiente dinero para pagar a los abogados parásitos. Jode ser un zopenco. Jode ser un títere… Cuando la columna vertebral de un país comienza a creer que las leyes y reglas ya no valen, se da un salto, un salto hacia la anarquía.
New York Times es una información decía: Una ciudad, Schenectady, observó que el gato era demasiado elevado, pudiendo llevar a la bancarrota a los municipios. Ni siquiera sabían si se podría cumplir con las reglas de la contabilidad. Uno de los instrumentos más modernos utilizados por los ladrones actuales ( robo patrocinado por el gobierno) han sido las oscuras normas contables que permiten que los bancos, las compañías de seguros, los municipios, el Estado y los Gobiernos Federales hagan las cuentas de forma torcida. La Reserva Federal ha comprado billones de dólares en papel y sus normas contables permiten que ellos y otros bancos lo conviertan en valor nominal, cuando quizás sólo dispongan de unos peniques de dólar en unos meses o en un año.
The Times sigue diciendo: 200 mil millores de dólares que el Estado de Nueva York y sus localidades deben a los jubilados, que en conjunto es menos que la cantidad que deben por las obligaciones, que son aproximadamente 264 mil millones de dólares. Pero los gastos en salud se elevan, y en algunos lugares la obligaciones han eclipsado ya el valor de las obligaciones excepciones del Gobierno. La mayor parte de los analistas de crédito esperan que si los municipios no pueden acometer todos sus gastos, repercutirá primero sobre los jubilados, no en las obligaciones. Las pensiones, mientras tanto, se consideran protegidos por la Constitución del Estado de Nueva York, pero nadie sabe nada seguro, y nadie predice que los jubilados tendrán un plan de salud aceptable que los respalde.
Si usted no lo ha entendido aún: se debe a la gente de este planeta cantidades asombrosas de dinero. Es gente que está divida en dos clases: los obligacionistas, que son los ricos, y el resto de la humanidad, a los que se les debe las pensiones, los beneficios en salud y los servicios gubernamentales, incluso inversiones en infraestructuras, como profesores, bibliotecarios, bomberos, policías y jueces para protegerlos de los ladrones. Es una ilusión pensar que habrá dinero para todas estas cosas, y se ve venir un colapso de esta civilización de nuestros tiempos. Se ve venir un derrumbe del mercado financiero entero y sus sistema del dinero, porque el sistema no puede esconderse por mucho tiempo si hay una carencia de dinero, a menos que se impriman grandes cantidades y se produzca un colapso hiperinflacionista.
La situación financiera de hoy está en la cuerda floja, más allá de lo que muchos pueden imaginar, aunque los expertos apoyan sin duda a la elite, han estado reflexionando sobre estas cuestiones durante mucho tiempo. Sera un lío, habrá disputas, y todo pleitos, dijo Jerrry A. Webman, economista jefe de los Fondos Oppenheimer: Las quiebras de los Estados eran tan raras que no había ningún precedente legal, y no sabemos qué promesas sobrevivirán ante un tribunal.
Los tribunales están dormidos, porque seguramente no son capaces de evitar el colapso. La situación es tan extrema que cuando la siguiente crisis golpee en la pared de la humanidad ( cuando se pierda realmente el control), los acontecimientos sucederán con rapidez, en marcha organizada hacia la pobreza. El colapso se parecerá a algo así como el tejado de una casa que se derrumba, con la vivienda llena de gente y un griterío que será recordado durante miles de años.
Al final, el capitalismo contemporáneo no nos ha llevado a conseguir títulos financieros y avanzar a base de los esfuerzos de alguien. Por el contrario, ha sido robo, destrucción y un mal que se sitúa en los arriba. Todos nosotros, que creemos en el sistema, y pasamos cómodamente, estamos dando nuestro voto para que se robe, para que los ricos se hagan aún más ricos, para que guarden lo que han robado, no sólo de los demás, sino de la madre Tierra y nuestro precioso ambiente.
Mientras tanto, esperando el día de hacer el cálculo, mejor irse apretando el cinturón. Muchas personas en todo el mundo se sienten ya con él bastante apretado, El precio del gas empieza a subir, el precio de los alimentos crece en el Norte; aumenta el precio de los Seguros Médicos, y se ve en el horizonte un aumento de los impuestos en 2011. Mientras tanto, los ingresos domésticos bajan en toda la nación y el gobierno estadounidense indica que no habrá un aumento de los fondos de la Seguridad Social para el próximo año.
Pero no hay de qué preocuparse. Un día de estos, todos millonarios. Las historias de hiperinflación empiezan con la creación de abundante dinero, que no representa un valor añadido, y termina con las fotos de los jubilados que llevan la cartilla de racionamiento para comprar una rebanada de pan o una pila, o con los rublos usados como material de construcción, ya que valen menos que una rupia.