El lavado verde de la Industria Nuclear
Por Julien Baldassarra
La Industria Nuclear mantiene la discreción en sus comunicaciones. Cuando se dirige a un número grande personas se toma el trabajo con cuidado. Una breve descripción de los métodos, los elementos del lenguaje y los medios que permiten a los grupos de presión de la energía atómica vender mejor la electricidad que producen, su poder… y los residuos.
Vídeos divertidos, folletos que atraen la atención de los niños, recorridos virtuales interactivos, vídeos en Youtube… decenas de millones de euros invertidos anualmente en marketing, la Industria Nuclear reinventa constantemente sus formatos de comercialización, con la eliminación gradual de la publicidad con un contenido narrativo, criticada por su falta de honradez, empresas como EDF o AREVA juegan ahora la carta de la transparencia.
Pero esta renovación de formatos se ve acompañada por una constante en el desarrollo de elementos del lenguaje meticulosamente elegidos. Para la delimitación de un grupo seleccionado de palabras, los actores de la Industria Nuclear utilizan poderosos medios para ocultar los peligros y los costes asociados a la explotación de la energía nuclear. Descifrar la neolengua nuclear donde la autopromoción y la pedagogía hacen una buena mezcla.
Marco y elementos del lenguaje
Un marco es una interpretación específica para el tratamiento de un tema. Al proponer un determinado enfoque de lectura, el remitente de un mensaje puede influir en la percepción de dicho mensaje por parte del receptor. Este trabajo de formulación pasa por la instauración de relaciones causales específicas. El lunes 14 de marzo de 2011, durante el accidente en la central nuclear de Fukushima, operada por la empresa TEPCO, Anne Lauvergeon, entonces Presidenta y Directora General de AREVA, dijo en France 2: “Nos encontramos ante un desastre natural muy importante en Japón. No se trata de un accidente nuclear”. Dando explicaciones sobre el cambio del clima terrestre, Anne Lauvergeon, eximió de toda responsabilidad a la Industria Nuclear.
La estrategia de comunicación de AREVA también implica un esfuerzo lingüístico para seleccionar un conjunto de palabras y frases, produciendo elementos del lenguaje que funcionan para enmascarar los aspectos negativos de la energía atómica, la utilización o al contrario, la eliminación de ciertas palabras, que ya supone de por sí una prédica publicitaria. En el sitio web de AREVA se puede identificar un grupo de palabras clave:
– independencia energética: la totalidad de los minerales utilizados por Areva para la fabricación del combustible nuclear procede de países extranjeros.
– energía competitiva, económica y barata: algo que el Tribunal de Cuentas ha denominado una “huida hacia adelante”, la gestión de Areva ha sido intervenida varias veces. La deuda de Areva y EDF asciende a más de 49 mil millones de euros, además, los informes anuales no tienen en cuenta los costes operativos relacionados con el almacenamiento de residuos a largo plazo. Si por cada contenedor con residuos que se almacena, las cuentas incluyesen la gestión durante varios miles de años, la factura sería astronómica.
Lavado verde: Areva, una empresa que le desea lo mejor
Este campo semántico permite el desarrollo de una estrategia de marketing que se centra en gran medida en el lavado verde. Este “lavado verde” que hace Areva pretende dar la imagen de una empresa que realiza una actividad ecológicamente sostenible y éticamente responsable. Así que Areva no duda en comparar el coste ambiental de su actividad con la del petróleo o el carbón. El argumento preferido por los partidarios de la energía atómica se repite como un mantra: la energía nuclear es una energía limpia, ya que no emite CO2 a la atmósfera. Es algo cuestionable, ya que este argumento viene unido a otra serie de términos clave y da la sensación de ser muy respetuosa con el medio (1):
– clasificación selectiva
– reciclaje
– energía reciclable
– ciclo
– reprocesamiento
– energía limpia
– gestión responsable
– bajas emisiones de CO2
– respeto al medio ambiente
– gestión controlada
– desarrollo sostenible
– reducción de la huella ecológica
– compromiso de impacto cero
– cero vertidos
En su pagina web (2), Areva no duda en utilizar el símbolo de reciclaje en las operaciones que consisten en la clasificación y tratamiento de los combustibles. Es decir, que consideran reciclaje a la eliminación de los residuos.
Por el contrario, nunca encontramos que se utilice el término enterramiento o enterrar. Prefieren eufemismos como “almacenamiento de los residuos de forma adecuada” o “almacenamiento geológico”. Denomina a los residuos como “combustible gastado”, “almacenamiento en paquetes”.
Recapitulando, la flota nuclear mundial de reactores de agua ligera genera más de 6500 toneladas de combustible gastado cada año, siendo su volumen total de 200.000 toneladas de residuos radiactivos. Las emanaciones de efluentes gaseosos y líquidos forman parte también de las operaciones normales de la Industria Nuclear. Desde la extracción de minerales a la gestión de los residuos, pasando por el tratamiento de los combustibles, todos los pasos dados por la Industria Nuclear contaminan de forma permanente e irreversible el medio ambiente, y todo el maquillaje verde del mundo es incapaz de cambiar nada.
Comunicación: de la publicidad a la pedagogía
Atenta a la crítica y particularmente sensible a los cargos en su contra, la Industria Nuclear ha rediseñado completamente su manera de comunicarse. Debido a varias quejas por falsa publicidad, los principales fabricantes y operadores, EDF y Areva, han abandonado progresivamente las antiguas fórmulas que se centraban principalmente en un contenido de carácter narrativo para dar paso a una comunicación más pedagógica y transparente, al menos en la forma. La invalidación de su afirmación de producir “energía limpia” por parte de la ARPP (3) ha obligado a Areva a utilizar tácticas más inteligentes para su promoción. Lo mismo ocurre con EDF: ya fue advertida en tres ocasiones durante el año 2015 por lavado verde, pero ha seguido actuando de la misma forma durante 2016. Sin embargo, la denuncia presentada por Réseau “Sortir du nucléaire” ha permitido la eliminación en el folleto de ese lema explícito.
Presionado por el trabajo legal de esta Asociación y otros colectivos vigilantes de la energía nuclear, se han visto obligados a aceptar una amarga realidad: no se puede vender un reactor nuclear como se vende un yogur.
Insertando en los carteles consignas bien medidas, anuncios en los periódicos y otros medios digitales, tratan de describir un mundo ideal, de modo que pueden combinar las campañas tradicionales con una nueva forma de comunicación en apariencia más neutral: kits educativos que atraen a los niños, recorridos interactivos, vídeos… Las palabras clave ahora son explicación y transparencia.
Este cambio de rumbo asume que lo que les falta a los defensores de la energía nuclear es un modelo de enseñanza. En 2010, Areva, llevó a cabo en su sitio web una encuesta realizada por TNS-Sofres, que llegó a la conclusión de que “futuro del combustible nuclear gastado atraía todas las preocupaciones”, pero que “la gente más inteligente y mejor informada es más propicia a reciclar”.
Por lo tanto, si se supone que la hostilidad pública hacia la energía nuclear es por falta de información, la mejor manera de bajar sus defensas es proponer unos medios que jueguen a favor de la transparencia y la información. Sin embargo, el alcance de este trabajo fue previamente definido por un marco de temas mediante los cuales la Industria se comunicase más fácilmente mientras que invisibilizan zonas enteras de su actividad, aquellas más problemáticas (enterramiento de los residuos altamente radiactivos, envejecimientos de los reactores nucleares, balance financiero del sector, etc).
Areva dispone de su propia canal en Youtube. Del mismo modo que los youtubers más de moda, la cadena ha introducido recientemente los vídeos de estilo podcast: buscar jóvenes, poco convencionales, miniaturas coloristas y entretenidas… el formato elegido es de la relajación y accesibilidad. Divertidos y educativos, ofrecen explicaciones sobre un tema determinado y dirigidas por objetos y personajes divertidos”: “Truc y Muche”.
https://www.youtube.com/watch?v=iCBRCzc9HEM
Pero el problema del formato es convencer: el canal de Youtube de Areva tiene menos de 2000 suscriptores… La persistencia de elementos del lenguaje que desdibujan los aspectos negativos de la empresa, la existencia de marcos cuestionables, la autopromoción con el pretexto de enseñar… Estos prejuicios y tabúes, a pesar de los esfuerzos para actualizar sus formatos, arruinan cualquier intento de transparencia.
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Notas:
[1] Todas las palabras citadas aparecen en el sitio web de Areva, aquellas dedicadas a la energía atómica.
[ 3 ] ARPP: Autoridad Reguladora de la Publicidad Profesional
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