Obama: un cambio en su política hacia Oriente Medio…

7 de junio de 2010, “Otras voces”- ·Estambul.

Cuando los comandos israelíes lanzaron su asalto pirata contra la flotilla de busques que transportaban a cientos de cooperantes con ayuda humanitaria, 10.000 toneladas de suministros para las palestinos sitiados en la Franja de Gaza, matando al menos a 9 activistas e hiriendo a decenas de ellos, la operación fue calificada como “Made in the USA”.

Tras décadas de apoyo acrítico de EE.UU, incluyendo la más reciente de la Administración Bush y continuada por Obama mediante la concesión de 30 mil millones de dólares de los impuestos de los EE.UU en ayuda militar durante más de una década, ha asegurado a Israel un poder militar (nuclear y convencional) indiscutible. Su patrón EE.UU utiliza el veto en la sesiones del Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a Israel de la responsabilidad por sus crímenes, lo que ha fortalecido la idea de que Israel puede hacer lo que quiera con los EE.UU, proporcionándole armas, independientemente de que las leyes de EE.UU y las internacionales hayan quedado pisoteadas. Así que la complicidad de EE.UU en la reciente masacre en el mar no tiene discusión.

Israel ha dependido durante mucho tiempo de los helicópteros Apache de fabricación estadounidense y Estados Unidos financia los helicópteros Blackhawk para su arsenal de guerra. Este material fue utilizado en el asalto del 31 de mayo en aguas internacionales. Sin embargo, el uso de estas armas, tanto para EE.UU como para Israel, está severamente limitado por las leyes. La Ley de Control de Exportación de Armas ( AECA), prohíbe el uso de estar armas, excepto bajo unas circunstancias muy específicas: seguridad dentro de su frontera o en defensa propia. Y nadie nos puede hacer creer que el asalto israelí por comandos armados, saltando a la cubierta de un buque civil desarmado, en aguas internacionales, fue en legítima defensa. (Sobre todo después de pasar por los controles portuarios de Europa antes de zarpar hacia Gaza, para demostrar que no llevaban armas).

¿ Así que si no se trataba de legítima defensa, que era entonces? Israel parece haber decidido que es mejor tener fama de salvaje que aparecer como débil. Aquí, en Turquía, patria de las mayoría de los muertos y heridos entre los activistas internacionales, 10.000 personas salieron desde el consulado israelí a la plaza principal de Estambul, mientras que miles de personas más salieron a las calles de Ankara exigiendo la rendición de cuentas por parte de Israel y de que finalice el bloqueo de Gaza.

Presionado EE.UU por su negativa a que su aliado haga frente a la indignación mundial y a una condena del Consejo de Seguridad de la ONU ante el ataque. En su lugar, el Consejo sólo emitió una declaración presidencial ( sin fuerza de ley) que condena los “actos” que resultaron en muertes, sin identificar la responsabilidad israelí. La decisión del Consejo es otro indicio de que hasta el momento la Administración de Obama sigue manteniendo el compromiso de proteger a Israel para que no rinda cuentas por sus crímenes de guerra, a pesar de su compromiso con el derecho internacional, con los derechos humanos y el principio de rendición de cuentas.

Es las 24 horas posteriores al ataque al buque con destino a Gaza, la administración Obama se limitó a expresar su preocupación y pesar por la pérdida de vidas y una petición cortés para que Israel aclare el asunto. Pero tal vez sea el comienzo de un cambio en la política de EE.UU…

Tal vez el gobierno de Obama utilice este momento para mostrarnos un verdadero cambio que sea creíble en su política hacia Oriente Medio. Tal vez, si la Casa Blanca oye muchas voces como las nuestras, Washington quizás un día decida decirle a Israel que prefiere que los 30 mil millones de dólares se queden aquí en el país, creando 600.000 nuevos puestos de trabajo, en lugar de apoyar una fuerza militar extranjera, aparentemente orgullosa de matar a los trabajadores humanitarios que trataban de romper el bloqueo ilegal, llevando sillas de ruedas, material de construcción, juguetes para los niños, todo ello para una población sitiada. Tal vez, sólo tal vez, nuestro gobierno decida unirse al resto del mundo para exigir a los líderes israelíes que tienen que rendir cuentas de su asalto criminal.

Tal vez, sólo tal vez, algo positivo pudiese surgir de tanta sangre derramada.

Phyllis Bennis es miembro del Instituto de Estudios Políticos. Entre sus libros: Entendiendo el Conflicto Palestino-Israelí; Bennis fue a Estambul a una conferencia de las Naciones Unidas sobre Palestina. www.ips-dc.org

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