Juicio contra Monsanto: la Empresa se niega a levantar la confidencialidad de muchos documentos en contra del criterio del Juez

Por Carey Gillam, 10 de marzo de 2017

Huffington Post

Casi un año después de las misteriosas filtraciones de información sobre los estrechos lazos entre la Industria y la Agencia de Protección Ambiental (EPA), quedan en el aire muchas acuciantes preguntas sobre esas relaciones entre el gigante de la Agroindustria Monsanto y la Agencia estadounidense y las preocupaciones en torno a los vínculos entre el cáncer y el herbicida de Monsanto más vendido en el mundo. Pero gracias a un juez de la Corte Federal de California pronto podremos obtener algunas respuestas.

La transcripción de una reciente audiencia judicial revela que el juez Vince Chhabria, que supervisa las más de 55 demandas presentadas contra Monsanto en el Tribunal del Distrito Norte de California, advirtió a Monsanto que muchos de los documentos no pueden seguir manteniéndose confidenciales a pesar de las alegaciones de privacidad por parte de la Empresa. Amenazó con imponer una sanción si Monsanto persiste en sus desmesurados esfuerzos por mantener una serie de documentos fuera del dominio público.

El litigio contra Monsanto ha sido presentado por personas de todo los Estados Unidos, alegando que la exposición al herbicida Roundup de Monsanto les causó a ellas o a personas cercanas un linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático y que ha ido en aumento en las últimas décadas. Estas demandas se están considerando de manera conjunta, mientras que otros centenares de demandas se están presentado de manera similar en otros tribunales del Estado. Y los equipos de abogados dicen que continúan reuniéndose con otros posibles demandantes adicionales.

Tengo un problema con Monsanto, porque sigue insistiendo en que muchos documentos sean considerados confidenciales cuando no deben ser considerados como tal”, dijo el juez Chhabria en la audiencia. Cuando hay documentos que son “relevantes para el juicio, no deberían estar bajo secreto, aunque la información resulte embarazosa para Monsanto, es decir, que no les guste lo que dicen dichos documentos”.

De este modo, el juez dio luz verde, frente a la objeciones de Monsanto, a la solicitud de los demandantes para obtener los documentos y la declaración de un ex representante de Monsanto en Europa. Otros representantes de Monsanto también están citadas a testificar en las próximas semanas.

La cuestión central de todos estos litigios es la causalidad, es decir, si Roundup causa cáncer o no, y si Monsanto ha encubierto o ignorado los riesgos. Pero el juicio también amenaza con retirar la cortina que cubre los secretos en torno a los afanes del Gobierno que trabajando conjuntamente con Monsanto han influido en las evaluaciones del glifosato, el ingrediente activo de Roundup. Ya hace unos años se expresó preocupación dentro de la EPA por la posible carcinogenicidad del glifosato, y muchos científicos independientes han advertido de la toxicidad del glifosato y la versión comercializada por Monsanto, Roundup. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasificó en 2015 al glifosato como probablemente carcinógeno para los seres humanos. Pero la EPA insiste en que su evaluación del glifosato no ha determinado su carcinogenicidad.

Ahora los abogados de los demandantes alegan que han encontrado pruebas que demostrarían la aparente colusión de intereses entre Monsanto y al menos un responsable de alto nivel de la EPA, aunque Monsanto niegue con vehemencia este hecho.

Monsanto se ha embolsado miles de millones de dólares al año durante décadas por la venta de sus herbicidas basados en el glifosato, herbicidas clave para el desarrollo de los cultivos modificados genéticamente tolerantes al glifosato. A medida que avanza la planeada fusión con Bayer, la defensa de la seguridad de este herbicida se ha convertido en una cuestión crítica.

Hasta ahora, Monsanto ha entregado cerca de 10 millones de documentos a los abogados de los demandantes. Entre ellos se encuentran algunos que detallan las relaciones de Monsanto con los responsables de la EPA, entre ellos Jess Rowland, Director del Comité de Revisión de la Evaluación del Cáncer de la EPA (CARC), Un Informe de esta comisión se filtró el 29 de abril del año pasado, publicado en el sitio web de la EPA, algo que no debiera de haber ocurrido, dijo la Agencia. El Informe se mantuvo en el sitio web hasta el 2 de mayo, hasta que fue eliminado, pero fue tiempo suficiente para que Monsanto copiara el Informe y los promocionara en su sitio web y en los medios de comunicación social. Monsanto también ha hecho referencia a ese Informe durante la celebración de las audiencias.

El momento de la filtración fue muy oportuno para Monsanto, ya que en ese momento estaba tratando de frenar el número de litigios, pero también estaba tratando de convencer a las Agencias de Regulación europeas para que reaprobaran el glifosato en Europa. Del mismo modo, quería evitar que California incluyera al glifosato en la lista de sustancias químicas cancerígenas.

Según los documentos presentados por los abogados de los demandantes, se probaría que “Rowland tenía como principal objetivo servir a los intereses de Monsanto”. Rowland dejó la Agencia el año pasado y todavía no ha abordado públicamente este asunto, ni respondió a la solicitud de que hiciese los comentarios que considerase pertinentes.

Monsanto quiere mantener confidenciales sus documentos internos, incluidos los relacionados con Rowland, fuera del conocimiento público, diciendo que es una información que puede ser sacada de contexto y explotada de manera injusta para tratar de influir en la opinión pública. De acuerdo con la transcripción del juicio, el abogado de Monsanto, Eric Lasker, se quejó ante el juez de que los abogados de los demandantes “estén llevando un doble juego, en los tribunales y en la prensa”.

Dijo que se trata de un litigio “que la gente está siguiendo, y que lo dicho termina en blogs, artículos…”.

No obstante, Chhabria dijo que los documentos relacionados con Dowland, la EPA y la IARC, los considera relevantes y no apropiados para mantenerlos confidenciales, lo que significa que podrían ponerse a disposición de los tribunales en breve.

Los abogados de los demandantes también se estarían preparando para una declaración de Rowland, que lo han citado a pesar de las objeciones de la EPA. En la audiencia, el juez indicó que estaba a favor de esta declaración, aunque dio de tiempo hasta el 28 de marzo para que la EPA pudiese presentar alegaciones a la citación.

Los abogados también están preparando la declaración para el próximo 15 de marzo del principal Coordinador de Monsanto con las Agencias de Regulación, Dan Jenkins, quien tuvo un contacto regular con la EPA en relación con el glifosato durante años. La Empresa ha planteado hacer declarar a Susan Martino-Catt, que forma parte de la estrategia global de la cadena de suministro y de las operaciones de la Compañía, el próximo 30 de marzo. Y el juez también ha dictaminado que se puede obtener información de Mark Martens, ex empleado de Monsanto en Bélgica.

El juez ha impuesto a ambas partes un ritmo frenético para que reúnan pruebas y declaraciones de expertos. Una audiencia clave está programada para el mes de octubre, en la que las partes presentarán testimonios ante el juez de peritos, y los juicios podrían comenzar en 2018, como prevén los abogados.

El grupo de defensa de los consumidores para el que yo trabajo, US Right to Know, demandó el jueves a la EPA para que se liberen documentos relacionados con la filtración de la CARC y otros asuntos, ya que persisten preguntas sobre la seguridad del producto y si las evaluaciones ha sido realizadas correctamente.

En este juicio pronto se podría dar respuesta a algunas preguntas.

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