Con disparos al aire y gases lacrimógenos, las autoridades policiales de Haití dispersaron a una gran multitud que intentó asaltar el palacio presidencial, para presionar así la renuncia del presidente del país, René Préval.
Los manifestantes, en torno a un millar, protestaban por las intenciones que según ellos tiene Préval de entregar el país a las potencias extranjeras y mantenerse en la presidencia más allá del término de su actual mandato, unas acusaciones que el Gobierno ha negado en numerosas ocasiones.
La protesta fue convocada por cerca de 40 partidos y organizaciones opositoras, y la Policía tuvo que formar un perímetro de seguridad frente al edificio presidencial, donde Préval estaba atendiendo diversas reuniones.
Algunos manifestantes portaban armas de fuego, y algunos de ellos se dedicaron a atracar a los transeúntes que pasaban por ahí, despojándoles de cualquier objeto de valor que llevaran encima. «Me robaron la cartera y el teléfono móvil, y luego me agredieron», relata entre lágrimas y con la ropa hecha jirones Jérôme Berlanguer, víctima de estos atracos.
Vulneración de la soberanía nacional
El pasado mes de marzo una conferencia internacional de donantes prometió a Haití la concesión de 10.000 millones de dólares durante los próximos diez años. Sin embargo, los proyectos que se decidan emprender con este dinero han de ser aprobados por un comisión internacional presidida por el primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, y por el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. De este modo, muchos haitianos opinan que esta comisión internacional lesiona la soberanía nacional del país y es contraria a su Constitución.
«Préval debería abandonar el poder y ser arrestado», proclama Máxime Geffrard, uno de los líderes de esta protesta. «Es un traidor porque quiere vender este país a extranjeros», añade.
Por otro lado, los manifestantes se quejaban también porque consideran que Préval está maniobrando para prorrogar su estancia en el poder de forma ilegal. Así, este lunes el parlamento haitiano aprobó una medida por la cual se prorroga el mandato de Préval hasta el próximo día 14 de mayo de 2011.
La razón es la posibilidad de que antes del día 7 de febrero, que es cuando expira oficialmente el mandato del presidente, no se hayan podido celebrar elecciones en el país a causa de los estragos causados por el terremoto del pasado enero, que acabó con la vida de unas 300.000 personas y devastó las infraestructuras de un país que ya antes del sismo era considerado el más pobre de todo el Hemisferio Occidental.
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