Como a menudo sucede con los acontecimientos importantes, la prensa desvía la atención del público de las verdaderas interrogantes. El tratamiento mediático del ataque israelí contra la Flotilla de la Libertad constituye un nuevo ejemplo de lo anterior. Los grandes medios de difusión se esfuerzan por decirnos quiénes son los buenos y quiénes son los malos, en vez de explicar la correlación de fuerzas. Thierry Meyssan analiza en este artículo las verdaderas motivaciones de Tel Aviv y Ankara y revela el detalle que transformó la demostración de fuerza de Israel en un desastre diplomático.