La lucha de Aminettu Haidar de las últimas semanas consiguió lo que movimientos de apoyo y en solidaridad con el Sáhara no hemos conseguido en mucho tiempo: sacar a la luz la situación política del pueblo saharaui, y presionar a los poderes políticos a posicionarse. Sin embargo, cuando 33 días después de comenzar su huelga de hambre Aminettu puede por fin volver a su tierra, asistimos a un espectáculo mediático y político que nos indigna. Por eso queremos aclarar algunas cosas e informar de otras.
Segundo, que el estado español hizo pactos con el marroquí a cambio de acabar con la situación de Aminettu, que le estaba dando muy mala publicidad, y que ya se le escapaba de las manos al no aceptar ella las ofertas que le hacían. Conocemos una parte de esos pactos, como es comprometerse a aceptar públicamente que la ley marroquí se aplique en los territorios del Sáhara ocupada. Un paso más en su camino de venta del pueblo saharaui y de negación de la responsabilidad que el Estado Español tiene como potencia colonizadora. Ante el derecho internacional, España sigue siendo la potencia administradora del territorio no autónomo del Sáhara Occidental, y la potencia obligada a velar por la celebración del referendum de autodeterminación.
La parte que no han hecho pública suponemos que tendrá relación por un lado, con acuerdos políticos sobre fronteras y control migratorio; y por otro lado, con acuerdos económicos millonarios en los ámbitos en los que ambos gobiernos ya se benefician de su buena amistad, como es la explotación de recursos saharauis: pesca (empresas españolas como Gealsa-Rianxeira o Europacifico), industria agrícola (grandes plantaciones de tomateras en Dajla que están secando los pozos de la ciudad saharaui), fosfatos (FMC Foret), petróleo y turismo fundamentalmente; y en tierra marroquí, parques eólicos (Gamesa), la venta o regalo de material militar y armamentÍstico (Marruecos se convirtió en el tercer mejor cliente de la industria militar española, al gastar este último año 113 millones de euros ), el sector inmobiliario y la construcción; y dentro del sector textil, empresas como El Corte Inglés, o Inditex, que trasladaron sus maquilas a Marruecos.
Estos son algunos de los intereses económicos ya conocidos, pero el pacto para regresar a Aminettu también podría tener relación con nuevos intereses, como la inversión española (Isofotón) en el proyecto solar más grande del mundo que el Estado marroquí ya ha comenzado a construir, o con cualquiera de los proyectos incluídos dentro del mayor acuerdo de cooperación financiera recién firmado entre España y Marruecos, que alcanza los 520 millones de euros destinados a financiar proyectos en infraestructuras para «el beneficio de ambos países», con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo para la internacionalización de la empresa española, que irán destinados a adquirir bienes y servicios españoles para proyectos públicos realizados en Marruecos por compañías españolas.
Todo esto ha vuelto a quedar tras la cortina de humo que lleva años disfrazando la situación del pueblo saharaui de conflicto humanitario, cuando se trata de un conflicto de base política y económica. Hoy continúan disfrazándolo al personalizar el conflicto en la situación de riesgo de Aminettu, pidiendo justicia porque su vida corría peligro, o poniendo a sus hijos como foto para dar pena, cuando la situación que denunciaba Aminettu la llevan viviendo desde hace meses cientos de saharauis que tienen prohibido el libre movimiento, y que no es más que una de las violaciones a los derechos individuales y colectivos que el pueblo saharaui tiene negados. Con el apoyo del Estado español, la ocupación marroquí del Sáhara niega a este pueblo su derecho de autodeterminación y somete a su población a vigilancia constante, desapariciones, detenciones, torturas, arrestos domiciliarios, expulsión de escuelas, despidos en sus trabajos, amenazas constantes para abandonar el territorio, y división de su pueblo mediante un muro plagado de militares y minas antipersonas, que mantiene a la otra parte del pueblo cercado en los campamentos de refugiadas de Tinduf, en tierra prestada.
Por todo ello, si bien nos alegramos de que Aminettu haya logrado regresar a su casa tras la lucha que llevó a cabo, nos parece fuera de lugar festejar la situación como una gran victoria, invisibilizando el fondo del conflicto, puesto que ella lleva décadas denunciando la ocupación y luchando por la celebración del referéndum.
Da vergüenza comprobar como pueden tergiversar así el mensaje, las ideas y la dignidad de esta gran mujer luchadora, tergiversación que pasó incluso por ver su lucha señalada y destacada por ser una mujer, una mujer sola, la que estaba poniendo en jaque a los poderosos, otro de los miles de ejemplos que muestra como la ideología machista española campa a sus anchas soltando públicamente mensajes del tipo de que para hacer algo así «esta mujer mas que ovarios, tiene un buen par de cojones», como tuvimos que escuchar a uno de los hombres que habló desde el escenario en la concentración del pasado sábado 19.
Queremos informar que esta tergiversación no viene solo de los medios masivos, sino que también participan de ella una buena parte del movimiento de apoyo al pueblo saharaui, presidido por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-SÁHARA), que tratando de evitar el cuestionamiento a la buena gestión del PSOE en este asunto, DESCONVOCÓ unilateralmente la manifestación estatal que iba a tener lugar en Madrid el pasado sábado, argumentando que Aminettu ya estaba en su tierra, y que una concentración para celebrarlo sería suficiente.
Nosotras queremos denunciar el partidismo de CEAS y su verticalidad, porque nos indignó mucho esta sucia jugada de desmovilización y de vaciamiento político de la lucha saharaui, y porque nos preocupa que personas que quieran participar de ella lleguen a pensar que eso es lo único que hay en el estado español. A parte de la coordinadora, estamos muchos colectivos y personas diversas, que con nuestro medios y formas, hacemos denuncia y presión política desde abajo, sin más intereses que el de apoyar una lucha y una idea: que la tierra no se vende, y los pueblos tampoco.
Y anunciar que seguiremos trabajando en esto, creando las redes necesarias para que podamos seguir tomando las calles y lo que veamos oportuno para seguir señalando responsables aquí, y construyendo otros lazos de apoyo entre pueblos y entre colectivos.
SAHARA MATEMBA!
SAHARA NO SE VENDE!
Mujeres Conectando Luchas
Fuente: Kaosenlared