Tom Bughardt, 15 de noviembre de 2010.
Mientras se entabla una guerra burocrática entre la CIA y el Comando Cibernético de los Estados Unidos (CYBERCOM), sobre la autorización a la Agencia Secreta para que lance ataques en la red fuera de una “zona de guerra”. Los grandes perdedores, como siempre, serán los que tengan la mala suerte de encontrarse en el extremo que reciba la “bomba lógica”.
La semana pasada, The Washington Post informó que CYBERCOM es la autoridad que realizará ataques en la red en todo el mundo para proteger los intereses de EE.UU. Dejando a un lado la espinosa cuestión de qué intereses se están» protegiendo»aquí, el artículo dice que los abogados » dudan sobre la legalidad de estas operaciones ofensivas. »
Viniendo de un gobierno que incorporan las peores características del régimen anterior en su repertorio, esto es muy significativo. «La CIA ha argumentado,» según The Washington Post «, que dicha acción se realiza de forma encubierta, lo que es tradicionalmente su forma de actuar». Los especialistas del Pentágono a modo de disculpa dicen que “ la operaciones ofensivas son cuestiones militares, formando parte de una misión de lucha contra el terrorismo, especialmente cuando se sabe que Al-Qaeda está en todas partes”. Su actuación cubre mucho terreno. En la práctica sirve como un pretexto para la gente de a pie. Meade, Langley o Cheltenham actuando en el departamento de las travesuras.
Y los medios de comunicación con sus noticias alarmistas bombardeándonos a diario, mostrando situaciones terribles, recordando las armas de destrucción masiva, un espectro que precedió a la invasión de Iraq, en el que China, Irán, Rusia y Corea del Norte son sustitutos de Saddam en la ciberguerra, en la que liberales, demócratas y conservadores aceptan de modo inflexible. Los Republicanos van al mismo son.
InfoSecurity, informó la semana pasada que durante una reciente conferencia de Manhattan, el representante Yvette Clarke (D-NY), proclamó que «la probabilidad de una ataque cibernético que podría inutilizar nuestra red [eléctrica] es de un … 100%. Nuestras redes ya están siendo atacadas. Mientras estamos aquí, nos están atacando . Debemos dejar de preguntarnos ‘puede pasarnos esto a nosotros » a pasar a una postura contraria que reconozca este hecho y preguntarnos qué podemos hacer para protegernos.”
¿ Por qué ceder más control a los servicios secretos del Estado y sus socios corporativos que están en pie de guerra en su interminable guerra contra el terror? ¡En su versión Cyber, por supuesto! A pesar de todos los paños calientes que ponen sobre la protección de sus infraestructuras críticas, llevan su carácter ofensivo escrito en el ADN, El Pentágono y su Comando Cibernético.
Una breve ofensiva
Como informó Antifascist Calling en el mes de abril, la postura agresiva de la organización es una petición que aparece en los documentos de la Fuerza Aérea. En una presentación en 2006 de Cyber Task Force, de la Fuerza Aérea, el Dr. Lani Kass afirmó que “ Cyber es un dominio de combate, cuyo campo de maniobras en el espectro electromagnético. Cyber es el centro de gravedad y eje de todo el poder de los Estados Unidos, del cual depende todo lo demás. Son las redes neuronales de la Nación”.
Kass afirmó que «la superioridad Cyber es el requisito previo para la eficacia de las operaciones en todos los dominios y operaciones -para garantizar la libertad estratégica de los ataques y la libertad para atacar.» En consecuencia, informó a su audiencia que «Cyber favorece la ofensiva», y que la transformación del espectro electromagnético en un «dominio bélico» se llevará a cabo mediante un «ataque estratégico directamente a los centros de gravedad del enemigo; represión de los enemigos contra sus Cyber-defensas; contra ofensiva Cyber; defensa contra Cyber , La prohibición»
Dos años después, Strategic Vision dio a conocer que la Fuerza Aérea tenía idea de formar un comando cibernético dedicado a engañar, negar, alterar, degradar y destruir las infraestructuras informativas del adversario.
Teóricos sobre la Fuerza Aérea dijeron que “ la confluencia de la globalización, las disparidades económicas y la competencia por los recursos”, plantea importantes retos el Imperio de los EE.UU, cada vez más apremiantes a la luz de la actual crisis económica capitalista, de modo que una postura de ofensiva cibernética debe llevarse más allá del plano teórico.
Haciéndose eco de lo que dijo el Dr. Kass, y con el fin de conseguir de avanzar en la competición, se nos dijo que «controlar el ciberespacio es el requisito previo para la eficacia de las operaciones en todos los ámbitos estratégico y operacional, para garantizar la libertad de los ataques y la libertad para atacar. »
Poco después, el coronel de la Fuerza Aérea Charles W. Williamson III, escribió en la prestigiosa Revista de las Fuerzas Armadas que «Estados Unidos necesita de la capacidad de realizar bombardeos en el ciberespacio para crear una disuasión que nos falta.» Williamson afirmó que «Estados Unidos debe tener un elemento de disuasión potente, flexible que puede llegar más llá de nuestras fortalezas y atacar al enemigo mientras está aún en movimiento. «¿Su solución? Crear una red de robots de grado militar, que controle la potencia de cálculo de decenas de miles de máquinas del Departamento de Defensa. «Para generar la cantidad necesaria de energía para realizar el ataque», escribió Williamson, «todas las computadoras disponibles deben estar bajo el control de un solo comandante, aunque existan múltiples escenarios.»
Y sobre las partes inocentes, por no hablar de las infraestructuras civiles del adversario se destruyenen el proceso, Williamson afirma que «si el robot web se utiliza en una ofensiva de manera estricta, los equipos civiles pueden ser atacados, pero sólo si el enemigo nos obliga.»
¡Ya lo creo! , «si los EE.UU. se está defendiendo contra un ataque que se origina desde un equipo que fue interceptado por un atacante, entonces hay interrogantes acerca de si el propietario de esa computadora es verdaderamente inocente.»
Pero como sabemos de la observación de la conducta de los militares de EE.UU. en Iraq y Afganistán, fuera de los muros imperiales nadie es «verdaderamente inocentes».
Mientras que la Fuerza Aérea puede haber perdido la escaramuza dentro del territorio para dirigir la organización, una tarea ahora compartida entre otros servicios de las fuerzas armadas y la NSA, sus doctrinas de guerra preventiva están firmemente ancladas en su lugar. Y con un presupuesto operativo de 120 millones de dólares este año, para aumentar a 150 millones de dólares en el año fiscal 2011, excluyendo, por supuesto,el específico y altamente secreto Programa de Acceso, oculto en el negro interior del Pentágono.
Como relaté el año pasado, cuando al Secretario de Defensa Robert M. presentó a puertas cerradas un Memorándum que marcó su lanzamiento oficial, el antiguo jefe de la Agencia Central de Información y la criminal Iran-Contra especificó que CYBERCOM sería » un subordinado al mando unificado » bajo el Mando estadounidense Estratégico (STRATCOM).
Como los lectores saben muy bien, STRATCOM es la satrapía del Pentágono, acusado de operaciones espaciales, guerra informativa, defensa antimisiles, comando global, control, inteligencia, vigilancia y reconocimiento (C4ISR), ataque global y disuasión estratégica, es decir, que ‘ el primero en poner el dedo en el gatillo del arsenal nuclear es Estados Unidos.
En Strategic Command Fact Sheet se publicó en el mes de junio que el Cibercomando «planifica, coordina, integra, sincroniza, y realiza actividades para: dirigir las operaciones de redes de información para el Departamento de Defensa, preparándose para actuar mediante operaciones militares en el ciberespacio, a fin de que la actuación en todos los ámbitos garantice la libertad de acción en el ciberespacio, interviniendo contra nuestros adversarios”.
[…]
http://dissidentvoice.org/2010/11/cyber-command-prepares-the-ground-for-high-tech-war-crimes/
Tom Burghardt es investigador y activista, instalado en la Bahía de San Francisco. Sus artículos se publican en muchos lugares. Es el editor de Policía Estatal de América: Militar USA. «Disturbios civiles» Planificación, distribuido por AK Press.