Por John Andrews, 10 de junio de 2014
En la semana del 16 de junio se desarrollará en Londres, de acuerdo con The Guardian, un acontecimiento único en toda “la historia legal moderna del Reino Unido”: empezará un juicio penal en absoluto secreto.
Según The Guardian, hasta hace dos semanas “ni siquiera era posible informar de la celebración de un próximo juicio contra dos hombres, sólo conocidos como AB y CD”. Después, la semana pasada, “tres jueces del tribunal de apelación levantaron la orden, permitiendo al menos que se informase de que se iba a celebrar el juicio (que se tiene previsto sea secreto)”.
En la semana en la que se reunió el Tribunal de apelación, el fiscal del Estado, Richard Whittman, dijo que “el juicio hace referencia a circunstancias claramente excepcionales, lo que había obligado a un procedimiento excepcional”, siendo permitido por el Juez Nicol el pasado 19 de mayo de 2014.
“El Tribunal fue informado de que la Corona había solicitado y obtenido este permiso judicial por motivos de seguridad nacional, argumentando que de ser público el juicio la fiscalía no podría intervenir en el caso”.
El Sr. Whitman dijo: “Si bien la Corona apoyaba la celebración de un juicio abierto, el carácter excepcional del caso hizo necesario tomar unas medidas sin precedentes.
Existe jurisdicción para que no se conozca la identidad de los acusados y hay jurisdicción para que el tribunal celebre sus sesiones en secreto, independientemente de si es apropiado hacerlo así o no”.
Un secretismo sin precedentes rodea a este caso, un secretismo desafiado por periódicos como “ The Guardian y otros medios de comunicación”, en la persona de Anthony Hudson, que representa a los medios de comunicación.
Hudson dijo: “Es algo que jamás se ha hecho, un juicio penal en secreto, sin la presencia de los medios de comunicación y unos acusados sin identidad. Esto está tan lejos del principio de justicia abierta que es incompatible con un Estado de derecho y de responsabilidad democrática”.
Si este juicio secreto sale adelante, “los dos hombres serán juzgados por un jurado, pero no habrá ningún tipo de información pública y ningún miembro de los medios de comunicación o del público tendrán acceso a la sala del juicio”.
Estamos viviendo unos tiempos muy extraños. No hay un día en el que no aprendamos algo nuevo y escalofriante sobre nuestros líderes políticos, supuestos guardianes de las libertades. Es algo semejante a un terremoto que se produjera bajo nuestros pies, algo que tiembla de forma constante, todo se derrumba alrededor y parece al borde del colapso.
El Fiscal del Estado, Richard Whittam, afirmó que “La Corona apoya la celebración de un juicio abierto”. Entonces, ¿ por qué se hace justamente lo contrario? Se podrá decir que sólo está cumpliendo con su trabajo, que diga lo que le han dicho que diga. Esto explicaría su presencia en un acontecimiento tan vergonzoso y ejecutaba las órdenes recibidas, pero no tenía la obligación de mentir, porque sabemos que la Corona no está por la labor de un juicio abierto, pues en caso contrario no trataría de establecer el precedente de un tribunal secreto, dotándolo del manto relativamente respetable de la Justicia británica.
No hay ninguna situación que justifique la celebración de un juicio secreto
Los detalles de la planificación de este tribunal ilegal son incompletos. Se nos ha dicho que:
“AB está acusado de preparar actos terroristas, entre febrero de 2012 y octubre de 2013. Se acusa a CD de poseer documentos o informaciones que permitirían a una persona cometer actos terroristas. Esto está relacionado con la supuesta posesión de ambos de un documento titulado “Fabricación de bombas”. CD también está acusado de poseer un pasaporte del Reino Unido obtenido de forma indebida”.
Nada de lo que dice aquí sugiere que haya una razón para que se celebre un juicio en secreto. Muchas personas han sido acusadas previamente de actos terroristas en tribunales abiertos y los cargos se han basado en que poseían información de cómo fabricar bombas; y lo que se dice de que CD tenía un pasaporte del Reino Unido obtenido de forma indebida y que por tanto es necesario un juicio secreto, es algo surrealista.
Creo que lo que están intentando es crear un precedente siniestro, y creo también que el fiscal de la Corona piensa lo mismo, porque dijo: “Es necesario que los procedimientos sin precedentes se pongan en su lugar”. Los fascistas se han opuesto a una justicia abierta, como suspensiones ocasionales del habeas corpus, encarcelamientos sin juicio en Irlanda del Norte, o el intento bastante reciente de permitir a la Policía detener sin cargos durante un máximo de tres meses, o la costumbre de llevar a cabo investigaciones judiciales de forma interminable, durante años o incluso durante décadas.
La Justicia es lo que la gente, debidamente informada, dice que es, no lo que alguien pretende celebrar en secreto.
The Guardian y el representante de los medios de comunicación, el Sr, Hudson, dicen con claridad: “La Seguridad Nacional no puede llevarse a cabo sin tener en cuenta los valores de la sociedad a la que pretende proteger”.
Hace poco más de setenta años, Winston Churchil, al que nadie puede calificar de rojillo, dijo estas palabras:
“El poder ejecutivo que manda a un hombre a la cárcel, sin formular cargos establecidos por la ley y negándole un juicio con abogados, se encuentra entre las prácticas más odiosas, y es el fundamento de todo Gobierno totalitario” (1).
Así que incluso Churchil estaría consternado por lo que está ocurriendo bajo nuestras propias narices. Independientemente de si se celebra el juicio de forma secreta o no, el hecho en sí es algo abominable, que no ha sido conocido por los medios de comunicación, algo inconcebible. Es como vivir en una zona de terremotos, o a la sombra de un volcán activo.
(1). Citado por Noam Chomsky en Hegemonía o supervivencia, pág. 27.
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John Andrews es escritor. Su libro más reciente es La Constitución del pueblo. Puede visitar su sitio web.
Procedencia del artículo: http://dissidentvoice.org/2014/06/life-in-an-earthquake-zone/#more-54554