Por Grégoire Lalieu y Michel Collon, 19 de marzo de 2011
[Esta entrevista se hizo antes de la invasión imperialista de Libia, pero proporciona una información necesaria para entender el por qué de esta invasión.- Los Editores]
Durante las tres semanas pasadas se han producido confrontaciones entre las tropas leales al Coronel Gadafi y la fuerzas de la oposición, situadas al este del país. ¿Después de Ben Ali y Mubarak, será Gaddafi el siguiente dictador en caer? ¿Puede ser Libia comparado con los levantamientos populares en Túnez y Egipto? ¿Qué ha llevado al Coronel a cambiar varias veces de discurso y a decir payasadas? ¿Cuál es la diferencia entre un árabe bueno y otro malo? Mohammed Hassan contesta a las preguntas de Investig’Action.
Grégoire Lalieu & Michel Collon: ¿Después de Túnez y Egipto, ha alcanzado la revolución árabe Libia?
Mohammed Hassan: lo que pasa en este momento en Libia es diferente. En Túnez y Egipto, la carencia de libertad era flagrante. Sin embargo, fueron las desesperadas condiciones sociales las que realmente llevaron a los jóvenes a rebelarse. Los tunecinos y los egipcios no tenían ninguna esperanza en su futuro.
En Libia, el régimen de Muammar Gadaffi es corrupto, monopoliza una parte grande de la riqueza del país y siempre ha reprimido con severidad cualquier oposición. Pero las condiciones sociales del pueblo libio son mejores que en los países vecinos. La esperanza de vida en Libia es más alta que en el resto de África. La salud y los sistemas educativos funcionan bien. Libia, además, es uno de los primeros países africanos en haber erradicado la malaria. Mientras existen desigualdades en la distribución de riqueza, el PBI por habitante es de aproximadamente 11.000 dólares, el más alto en el mundo árabe. Usted no encontrará en Libia las mismas condiciones objetivas que llevaron a los levantamientos populares en Túnez y Egipto.
GL&MC: ¿Cómo entonces explica usted lo que pasa en Libia?
MH: A fin de entender el momento actual correctamente, deberíamos colocarnos en un contexto histórico. Libia fue una provincia del imperio Otomano. En 1835 Francia ocupó Argelia. Mientras tanto Mohamed Ali, el gobernador egipcio bajo el Imperio Otomano, ponía en práctica políticas más independientes. Con los franceses instalados en Argelia por una parte, y Mohamed Ali en Egipto por otra parte, los Otomanos se sentían temerosos de perder el control de la región. Por eso enviaron sus tropas a Libia.
Entonces la Hermandad Senoussis era muy influyente en el país. Había sido fundado por Sayid Mohammed Ibn Ali, alias Senoussi, un argelino que, después de estudiar en su propio país y en Marruecos, fue para predicar su versión del Islam en Túnez y Libia. Al principio del siglo XIX, Senoussi comenzó a atraer a numerosos seguidores, pero no fue muy bien visto por las autoridades religiosas del imperio Otomano, que le criticaban en sus sermones. Después de pasar algún tiempo en Egipto y en La Meca, Sennoussi decidió ir al destierro de forma permanente en Cyrenaica, al este de Libia.
Su Hermandad creció allí y organizó la vida en el región, estableciendo impuestos, resolviendo disputas entre las tribus, etc. Tenía su propio ejército y ofreció sus servicios de escolta a las caravanas de los comerciantes que pasaban por la región. Finalmente su Hermandad Senoussis se convirtió en el gobierno de facto de Cyrenaica, ampliando su influencia tan lejos como Chad del Norte. Pero entonces los poderes coloniales europeos se instalaron en África, dividiendo la parte sub-Sahariana del continente. Esto tuvo un impacto negativo en Senoussis. La invasión de Libia por parte de Italia también minó seriamente la hegemonía regional de la Hermandad.
GL&MC: En 2008 Italia pagó la compensación a Libia por sus delitos coloniales ¿Fue tan terrible la colonización como para tener que hacer esto? ¿O quiso Berlusconi ser visto con buenos ojos para establecer contratos comerciales con Gaddafi?
MH: La colonización de Libia fue terrible. A principios del siglo XX, un gobierno fascista comenzó a extender la propaganda afirmando que Italia, que había sido derrotada por el ejército etíope en la batalla de Adoua en 1896, tenía que restablecer la supremacía blanca en un continente negro. Era necesario limpiar a la gran nación civilizada de la afrenta infligida por los bárbaros. Esta propaganda afirmó que Libia era un país de salvajes, habitados por unos nómadas atrasados y sería lo adecuado que los italianos se instalasen en esta agradable región con su belleza de tarjeta postal.
La invasión de Libia se produjo después de la guerra italiano-turca de 1911 – un conflicto particularmente sangriento que terminó con la victoria de Italia un año más tarde. Sin embargo, el poder europeo sólo consiguió el control de la región de Trípoli y se encontró con una resistencia feroz en el resto del país, sobre todo en Cyrenaica. El clan Sennousi apoyó a Omar Al-Mokhtar quién condujo una notable lucha guerrillera en los bosques, cuevas y montañas. Infligió pérdidas serias al ejército italiano, aunque éste fuera mucho mejor equipado y numéricamente superior.
Finalmente, a principios de los años 1930, Mussolini tomó medidas radicales para acabar con la resistencia. La represión fue muy brutal y uno de los carniceros principales, el general Rodolfo Graziani, escribió: “Los soldados italianos están convencidos de que les ha sido confiada una misión noble y civilizadora … Deben realizar este deber humano a cualquier coste … Si los libios no pueden convencerse de las ventajas fundamentales de lo que les ha sido propuesto, entonces los italianos deben emprender una lucha continua contra ellos y pueden destruir a la población libia entera a fin de traer la paz, la paz del cementerio …”
En 2008, Silvio Berlusconi pagó una compensación a Libia por estos delitos coloniales. Por supuesto traía segundas intenciones. Berlusconi quiso ponerse a bien con el coronel Gaddafi a fin de facilitar las relaciones económicas. Sin embargo, uno puede decir que el pueblo libio sufrió de forma terrible bajo el colonialismo. No sería ninguna exageración hablar en términos de genocidio.
GL&MC: ¿Cómo consiguió Libia su Independencia?
MH: Mientras los colonos italianos acababan con la resistencia en Cyrenaica, el líder de Senoussis, Idriss, se trasladó a Egipto a fin de negociar con los británicos. Después de la Segunda Guerra Mundial, el Imperio colonial europeo fue gradualmente desmontado y Libia consiguió la independencia en 1951. Apoyado por Gran Bretaña, Idriss asumió el poder. Sin embargo, la burguesía libia, bajo la influencia del nacionalismo árabe que se desarrollaba en El Cairo, quiso que Libia se hiciera parte de Egipto. Pero los imperialistas no querían ver formarse una grande nación árabe . Apoyaron, por lo tanto, la independencia de Libia poniendo a su marioneta, Idriss, en el poder.
GL&MC: ¿Aprobó el rey Idris todo esto?
MH: Absolutamente. Con la independencia de Libia se constituyeron tres regiones -Tripolitana, Fezzan y Cyrenaica – unidas por un sistema federal. Pero debe tenerse en cuenta que Libia es tres veces más grande que Francia. A causa de una carencia de infraestructuras, las fronteras de este territorio no pudieron ser claramente definidas hasta que se inventó el avión. Y en 1951, el país sólo tenía 1 millón de habitantes. Además, las tres regiones que acababan de ser unidas tenían una cultura e historia muy diferente. Finalmente, el país carecía de carreteras que uniesen las regiones para facilitar la comunicación. Libia estaba de hecho en una etapa muy atrasada, y no era una nación verdadera.
GL&MC: ¿puede usted explicar este concepto?
MH: El Estado-nación es un concepto unido a la cultura de la burguesía y del capitalismo. En Europa en la Edad Media, la burguesía capitalista deseaba extender sus relaciones comerciales a una escala tan amplia como fuera posible, pero fue impedida por las coacciones del sistema feudal. Los territorios estaban divididos en numerosas entidades diminutas que imponían a los comerciantes un gran número de impuestos si querían transportar la mercancía de un lugar al otro. Y esto sin tener en cuenta las obligaciones contraídas con los señores feudales. Todos estos obstáculos fueron salvados por las revoluciones burguesas capitalistas, lo que permitió la creación de los Estados-nación y de los grandes mercados nacionales, sin obstáculos.
Pero la nación libia fue creada en un tiempo en el que todavía imperaba la etapa precapitalista. Carecía de infraestructuras; una gran parte de la población era nómada e imposible de controlar; las divisiones dentro de la sociedad eran muy fuertes; la esclavitud todavía se practicaba. Además el Rey Idriss no tenía ningún plan para desarrollar el país. Dependía completamente de la ayuda estadounidense y británica.
GL&MC: ¿Por qué recibió el apoyo de EE.UU y Gran Bretaña? ¿Era por el petróleo?
MH: En 1951 el petróleo libio todavía no había sido descubierto. Pero los anglosajones tenían bases militares en el país para ocupar una posición estratégica desde el punto de vista del control del Mar Rojo y el Mediterráneo.
Fue en 1954, cuando un tejano rico, Nelson Bunker Hunt, descubrió el petróleo libio. En aquella época el petróleo libio era comprado a 30 céntimos de dólar el barril, porque el país estaba muy atrasado. Era por entonces el más pobre de África.
GL&MC: Pero el dinero entraba sin embargo gracias al petróleo. ¿Para qué fue utilizado?
MH: el rey Idriss y su clan de Senoussis se enriquecieron personalmente. También distribuyeron una parte de los ingresos del petróleo a los jefes de otras tribus a fin de pacificar las tensas relaciones. Una pequeña élite apareció gracias al comercio de petróleo y alguna infraestructura fue surgiendo, principalmente a lo largo de la Costa mediterránea, el área de mayor importancia para el comercio exterior. Pero las zonas rurales en el corazón del país permanecieron muy pobres, comenzando a desbordarse en barrios bajos alrededor de las ciudades. Esto siguió hasta 1969 cuando tres oficiales derrocaron al rey, uno de los cuales fue Gaddafi.
GL&MC: ¿Cómo es que la revolución fue llevada a cabo por oficiales del ejército?
MH: En un país profundamente dividido en grupos tribales, el ejército era de hecho la única institución nacional. Libia como tal no existía, excepto por su ejército. Junto a esto, el Rey Idriss Senoussis tenía su propia milicia. Pero en el ejército nacional, los libios de diferentes regiones pudieron llegar a conocerse unos a otros.
Gaddafi se había dado a conocer al principio como parte de un grupo de Nasserite, pero entonces comprendió que esta organización no sería capaz de derrocar la monarquía, entonces se enroló en el ejército. Los tres oficiales que derrocaron al Rey Idriss estaban bajo la influencia de Nasser. Gamal Abdel Nasser era un oficial del ejército egipcio que derrocó al Rey Farouk. Inspirado por el socialismo, Nasser estaba en contra de la interferencia del neocolonialismo extranjero y predicó la unidad del mundo árabe. Además nacionalizó el Canal de Suez, que estaba bajo el control hasta entonces de Francia y el Reino Unido, lo que produjo la hostilidad del Occidente y el bombardeo de 1956.
El revolucionario pan-Arabismo de Nasser tuvo una influencia muy importante en Libia, sobre todo en el ejército y sobre Gaddafi. Los oficiales libios que realizaron el golpe de estado en 1969 siguieron el mismo orden del día que Nasser.
GL&MC: ¿Cuáles fueron los efectos de la revolución en Libia?
MH: Gaddafi tenía dos opciones. Podía dejar el petróleo libio en manos de compañías occidentales, como el Rey Idriss había hecho – con Libia convertida en otra de las monarquías petrolíferas del Golfo donde la esclavitud todavía se practica, las mujeres no tienen derechos y los arquitectos europeos pueden darse el gusto de construir todas las clases de extrañas construcciones con presupuestos astronómicos suministrados por la riqueza de los pueblos árabes. O bien podía seguir el camino de independencia de los poderes neo-coloniales. Gaddafi eligió la segunda opción. Nacionalizó el petróleo libio, enfadando enormemente a los imperialistas.
En los años 1950, era una broma que giraba alrededor de la Casa Blanca en el momento de la administración de Eisenhower, pero bajo Reagan fue convertida en una teoría política actual. ¿Cómo decía usted sobre árabes buenos y árabes malos? Un árabe bueno es el que hace lo que dice Estados Unidos. A cambio consigue aviones, se le permite depositar su dinero en Suiza, es invitado a Washington, etc. Éste es el tipo de gente al que Eisenhower y Reagan llamaron árabes buenos – las Clases de Arabia Saudí y Jordania, los Jeques y los Emires del Kuwait y el Golfo, el Cha de Irán, el Rey de Marruecos y, por supuesto, el Rey Idris de Libia. ¿Los árabes malos? Aquellos que no obedecieron a Washington: Nasser, Gaddafi y, más tarde, Saddam …
GL&MC: A pesar de todo, Gadaffi no es muy …
MH: Gaddafi no es un árabe malo porque ordenase disparar contra la muchedumbre. Lo mismo que se hizo en Arabia Saudí o en Bahrein y los líderes de aquellos países todavía reciben todos los honores que Occidente puede conferir. Gaddafi es un árabe malo porque nacionalizó el petróleo libio, que las compañías occidentales creían suyo – hasta la revolución de 1969. Al hacer esto, Gaddafi realizó cambios positivos en Libia, mejorando las infraestructuras, la educación, la salud, la posición de las mujeres, etc.
GL&MC: Bien, Gaddafi derrocó la monarquía, nacionalizó el petróleo, se opuso a los poderes imperiales y realizó cambios positivos en Libia. Sin embargo, 40 años más tarde, es un dictador corrupto que reprime a toda la oposición y quién abre otra vez su país a las compañías occidentales. ¿Cómo explica usted este cambio?
MH: Desde el principio, Gaddafi estuvo en contra de los grandes poderes coloniales y generosamente apoyó varios movimientos de liberación en todo el mundo. Creo que actuó muy bien por esta razón. Pero para dar de lleno, también es necesario mencionar que el Coronel era anticomunista. En 1971, por ejemplo, devolvió a Sudán un avión que llevaba a disidentes comunistas sudaneses que fueron inmediatamente ejecutados por el presidente Nimeiri.
La verdad es que Gaddafi nunca ha sido un gran visionario. Su revolución era una revolución nacional burguesa y lo que estableció en Libia era el capitalismo estatal. Para entender cómo su régimen perdió el rumbo, debemos analizar el contexto – que ha ido en su contra – y también los errores personales cometidos por Gaddafi.
En primer lugar, hemos visto que Gaddafi tuvo que comenzar desde el principio en Libia. El país estaba muy atrasado. No había gente culta a su disposición o clase obrera fuerte para apoyar la revolución. La mayor parte de la gente que había recibido educación eran miembros de la élite que habían concedido la riqueza de Libia a los poderes neo-coloniales. Obviamente esta gente no iba a apoyar la revolución y la mayor parte de ellos dejaron el país a fin de organizar a la oposición en el extranjero.
Además, los oficiales libios que derrocaron al Rey Idriss actuaban bajo la influencia de Nasser. Egipto y Libia procuraron implantar una sociedad estratégica. Pero cuando Nasser murió en 1970, este proyecto estaba muerto y Egipto se hizo un país contrarrevolucionario alineado con Occidente. El nuevo presidente egipcio, Anwar Sadat, se alió con los EE.UU, liberalizando cada vez más la economía del país y firmó una alianza con Israel. Un breve conflicto estalló incluso con Libia en 1977. Imagine la situación en la cual Gaddafi se encontró: ¡el país que le había inspirado y con el que había estado esperando establecer una alianza importante se había convertido de repente en un enemigo!
Otro elemento de la situación fue en contra la revolución libia: la caída de ingresos procedentes del petróleo durante los años 1980. En 1973, en el momento de la guerra árabe-israelí, los países que producían petróleo decidieron imponer un embargo que hizo que el precio del barril de petróleo se alzara. Este embargo causó la primera gran transferencia de riqueza desde el Norte en dirección al Sur. Pero durante los años 1980, se produjo lo que uno podría llamar una contrarrevolución del petróleo orquestada por Reagan y los sauditas. Arabia Saudí aumentó su producción bastante e inundó el mercado, causando una caída masiva en los precios. El barril pasó de 35 a 8 dólares.
GL&MC: ¿no se pegaba un tiro Arabia Saudí a sí mismo en el pie?
MH: Por supuesto esto tuvo un impacto negativo en la economía saudita. Pero el petróleo no era la cosa más importante para Arabia Saudí. Su relación con EE.UU era lo más importante, porque es el apoyo de Washington lo que permite que la dinastía saudita siga en el poder.
Este tsunami que afectó al precio del petróleo resultó catastrófica para varios países que producen petróleo. Todo esto pasó sólo 10 años después de que Gaddafi subiera al poder. El líder libio, que no venía de la nada, veía que los únicos medios que tenía para construir algo desaparecieron como la nieve fundida, ya que los ingresos del petróleo disminuyeron.
Esto también debería cobrar importancia, ya que esta revolución en el precio del petróleo también aceleró el colapso de la URSS que por entonces estaba atascada en Afganistán. Con la desaparición del bloque soviético, Libia perdió su fuente principal de apoyo político y se encontró aislada en la escena internacional, y además figuró en la lista de la administración Reagan de Estados terroristas y fue objeto de una serie de sanciones.
GL&MC: ¿Cuáles fueron los errores de Gaddafi?
MH: Como he dicho, no fue un gran visionario. La teoría desarrollada en relación a su Libro Verde es una mezcla de anti-imperialismo, Islamismo, nacionalismo, capitalismo estatal y otras cosas. Además de su carencia de visión política, Gaddafi cometió un error serio en el ataque a Chad en los años 1970. Chad es el 5º país más grande de África y el Coronel, sin duda sintiendo que Libia era demasiado pequeña para acomodar sus ambiciones megalomaniacas, se anexionó la Franja de Aozou. Es verdad que históricamente la Hermandad Senoussis había ejercido influencia en esta región. Y en 1945 el Ministro de Asuntos Exteriores francés, Pierre Laval, quiso sobornar a Mussolini ofreciéndole la Franja de Aozou. Pero al final Mussolini permaneció cerca de Hitler y el acuerdo permaneció como una carta no reclamada.
Gaddafi sin embargo quiso anexionarse este territorio y entabló una lucha contra París por la influencia en esta antigua colonia francesa. Al final, EE.UU, Francia, Egipto, Sudán y otras fuerzas reaccionarias de la región apoyaron al ejército de Chadian que derrotó a las tropas libias. Miles de soldados y enormes cantidades de armas fueron capturados. El presidente de Chad, Hissène Habré, vendió estos soldados a la administración Reagan; y la Agencia Central de Información los usó como mercenarios en Kenia y América Latina.
Pero el error más grande de la revolución libia fue haber apostado demasiado en su petróleo. Son los recursos humanos la mayor riqueza de un país. Usted no puede tener éxito en una revolución si usted no desarrolla la armonía nacional, la justicia social y una distribución justa de la riqueza.
Sin embargo, el Coronel nunca eliminó las prácticas discriminatorias que habían estado presentes en la tradición Libia. ¿Cómo puede usted movilizar a la población si usted no demuestra a los libios que independientemente de sus fondos étnicos o tribales, todos son iguales y pueden trabajar juntos para el bien de la nación? La mayoría de la población libia es árabe, hablan la misma lengua y comparte la misma religión. La diversidad étnica no es muy importante. Habría sido posible abolir toda la discriminación a fin de movilizar a la población.
Gadaffi también fue incapaz de educar a la gente libia en asuntos revolucionarios. No elevó el nivel del conocimiento político de los ciudadanos y no construyó un partido para apoyar la revolución.
GL&MC: Sin embargo, de acuerdo con su Libro Verde de 1975, realmente estableció los comités ciudadanos, una especie de democracia directa.
MH: Esta tentativa de democracia directa estaba bajo la influencia de conceptos Marxistas leninistas. Pero estos comités no estaban basados en ningún análisis político, o ninguna ideología clara. Fallaron. Ninguno sirvió a Gaddafi para construir un partido político para apoyar su revolución. Al final, se apartó de la gente. La revolución libia se convirtió en un proyecto individual. Todo giró alrededor de este líder carismático divorciado de la realidad. Y mientras, un abismo se abrió entre el líder y su gente, el uso de la fuerza y la represión para llenar el vacío. El exceso siguió al exceso, la corrupción se amplió y las diferencias tribales cristalizaron.
Hoy estas divisiones están en la vanguardia en la crisis libia. Hay por supuesto una parte de la juventud libia que está cansada de la dictadura y ha sido influenciada por los acontecimientos en Túnez y Egipto. Pero estos sentimientos populares están siendo aprovechados por la oposición en el este del país que quiere su parte del pastel, la distribución de la riqueza que ha sido muy desigual bajo el régimen de Gaddafi. Esto no podía continuar así sin que las verdaderas contradicciones viesen la luz.
Además no sabemos mucho sobre este movimiento de oposición. ¿Quiénes son? ¿Cuál es su programa? ¿Si ellos realmente quisieran emprender una revolución democrática, por qué han recurrido al Rey Idriss, y a los símbolos de los tiempos en los que Cyrenaica era la provincia dominante del país? Si usted forma parte de la oposición de un país, y si como un patriota usted quiere derrocar a su gobierno, usted debe tratar de hacerlo correctamente. Usted no puede traer una guerra civil a su propio país y ponerle en peligro de balcanización.
GL&MC: ¿En su opinión, no se trata ya sólo de una cuestión de una guerra civil que resulta de las contradicciones entre diferentes clanes libios ?
MH: es peor, creo. Hubo ya contradicciones intertribales pero nunca han estado tan extendidas. Aquí EE.UU echa leña al fuego en estas relaciones tensas a fin de ser capaces de intervenir militarmente en Libia. A partir de los primeros días de la insurrección, la Secretaria de Asuntos Exteriores, Hillary Clinton, aconsejaba armar a la oposición. La oposición, organizada por el Consejo Nacional, rechazó toda interferencia extranjera porque sabían que cualquier interferencia desacreditaría su movimiento. Pero hoy en día la oposición pide la intervención armada.
Ya que este conflicto estalló, el presidente Obama ha pedido que todas las opciones posibles se consideren y el Senado estadounidense pide que la comunidad internacional imponga una zona de exclusión sobre el territorio libio, que sería una verdadera acción de guerra. Además el portaaviones nuclear Enterprise de EEUU, que ejercía misiones contra la piratería en el Golfo de Adén, ha viajado hasta la costa libia. Dos barcos anfibios, Kearsage y Ponce, con varios miles de infantes de marina y flotas de helicópteros de combate a bordo, también han sido colocados en el Mediterráneo.
La semana pasada, Louis Michel, ex-comisario de Ayuda humanitaria y Ayuda para el desarrollo de la Unión Europea, enérgicamente hizo la pregunta en un estudio de TV de cuando el gobierno tendría el coraje de dar razones al Parlamento para realizar una intervención militar en Libia. Pero Louis Michel nunca exigió ninguna intervención tal en Egipto o Bahrein. ¿Por qué en Libia sí?
GL&MC: ¿no es más violenta la represión en Libia?
MH: La represión fue muy violenta en Egipto, pero los buques de guerra de la OTAN nunca se enviaron a la costa egipcia para amenazar a Mubarak. Había simplemente una petición para buscar una solución democrática.
En el caso de Libia, es necesario tener mucho cuidado con la información que nos llega. Un día se dice que ha habido 2 000 muertos, y al día siguiente la cuenta es revisada a 300. También estaba diciéndose desde el principio de la crisis que Gaddafi bombardeaba a su propia gente, pero el ejército ruso, que observa la situación por satélite, ha dado oficialmente por desmentida aquella información. Si la OTAN se dispone a intervenir militarmente en Libia, podemos estar seguros que los medios de información dominantes van a extender su propaganda habitual de guerra.
De hecho lo mismo pasó en Rumanía con Ceausescu. Durante la Nochebuena, de 1989, el primer ministro belga, Wilfred Martiens, dio un discurso por la televisión. Afirmó que las fuerzas de seguridad de Ceaucescu acababan de matar a 12 000 personas. Era falso. Las imágenes de la famosa masacre de Timosoara también dieron la vuelta el mundo. Se comprobó más tarde que estaba todo organizado. Los cuerpos habían sido sacados del depósitos de cadáveres y colocados en trincheras a fin de impresionar a los periodistas. También se dijo que los comunistas habían envenenado el agua, que los mercenarios sirios y palestinos estuvieron presentes en Rumanía, o hasta que Ceaucescu había entrenado a huérfanos para la matanza. Era todo propaganda pura que apuntaba a la desestabilización del régimen.
Al final Ceaucescu y su esposa fueron ejecutados después de un juicio por un tribunal que duró 55 minutos. Por supuesto, el presidente rumano, como Gaddafi, no era ningún muchacho del coro. ¿Pero qué ha pasado desde entonces? Rumanía se ha hecho una semicolonia europea. Su poder de trabajo barato es explotado. Numerosos servicios han sido privatizados a beneficio de compañías occidentales, y están económicamente fuera del alcance para una parte grande de la población. Y ahora cada año no hay ninguna escasez de rumanos que vayan a llorar a la tumba de Ceaucescu. La dictadura era una cosa terrible, pero después de que el país fuese destruido económicamente, es aún peor.
GL&MC: ¿Por qué quiere EE.UU derrocar a Gaddafi? Durante los diez años pasados más o menos, el Coronel ha estado ligado a Occidente y ha privatizado una gran parte de la economía libia, beneficiando a compañías occidentales en el proceso.
MH: hay que analizar todos estos acontecimientos a la luz del nuevo equilibrio de fuerzas en el mundo. Los poderes imperialistas están en decadencia, mientras otras fuerzas crecen. ¡Recientemente China ofreció comprar la deuda portuguesa! En Grecia, la población es cada vez más hostil a esta Unión Europea que percibe como un refugio del imperialismo alemán. Sentimientos similares crecen en los países del Este. Además, EE.UU atacó Iraq a fin de conseguir el control de su petróleo, pero al final sólo una compañía estadounidense se beneficia; el resto del petróleo está siendo explotado por compañías de Malasia y China. En resumen el imperialismo está en crisis.
Además, la revolución tunecina realmente sorprendió a Occidente. La caída de Mubarak fue otro tanto. Washington intenta recobrar su influencia en estos movimientos populares pero su control se escabulle. En Túnez, el primer ministro Mohamed Ghannouchi, un producto franco de la dictadura de Ben Ali, fue puesto para controlar la transición, creando la ilusión de cambio. Pero la determinación de la gente le obligó a dimitir. En Egipto, EE.UU confiaba en el ejército para mantener un sistema aceptable en el lugar. Pero ha recibido la información que confirma que en muchos cuarteles militares alrededor del país, los jóvenes oficiales se organizan en comités revolucionarios en apoyo de la población egipcia. Incluso han detenido a ciertos oficiales asociados con el régimen de Mubarak.
La región podría evitar el control estadounidense. La intervención en Libia permitiría que Washington rompa este movimiento revolucionario y lo pare extendiéndose al resto del mundo árabe y a África. Desde la semana pasada, los jóvenes han estado levantándose en Burkina Faso pero los medios no dicen nada sobre esto. Ya que se muestran recelosos de lo que ocurre en Iraq.
Otro peligro para EE.UU es la aparición posible de un gobierno antiimperialista en Túnez y Egipto. Si esto pasa, Gaddafi ya no estaría aislado y podría faltar a su palabra en los acuerdos concluidos con Occidente. Libia, Egipto, y Túnez podrían unirse para formar un bloque antiimperialista. Con todos los recursos que tienen a su disposición, sobre todo las grandes reservas de Gaddafi, tres de ellos podrían formar un poder regional muy importante – probablemente más importante que Turquía.
GL&MC: Aún cuando Gaddafi apoyó a Ben Ali cuando la gente tunecina se rebeló.
MH: Esto muestra hasta qué punto es débil, está aislado y no al corriente de la realidad. Pero el cambio en el equilibrio de fuerzas podría cambiar su actitud. Gaddafi podría cambiar su rifle de hombro – no sería la primera vez.
GL&MC: ¿Cómo podría cambiar la situación en Libia?
MH: Los poderes occidentales y el llamado movimiento de oposición han rechazado la oferta de Chávez de mediación. Esto significa que no están interesados en una solución pacífica del conflicto. Pero los efectos de una intervención de la OTAN serían desastrosos. Hemos visto lo que ocurrió en Kosovo o Afganistán.
Además, la agresión militar podría animar a grupos islámicos a entrar en Libia, donde podrían conseguir armas de los arsenales. Al Qaeda podría infiltrarse y convertir Libia en un segundo Iraq. Además, hay grupos ya armados en Níger que nadie ha sido capaz de controlar. Su influencia podría extenderse a Libia, Chad, Malí y Argelia. Preparándose para la intervención militar, el imperialismo está en el proceso de abrir las puertas de Infierno.
Para concluir, la gente libia merece algo mejor que este movimiento de oposición que sumerge el país en el caos. Necesitan un verdadero movimiento democrático para sustituir el régimen de Gaddafi y traer la justicia social. En cualquier caso, los libios no merecen tal agresión militar. Parece sin embargo que las fuerzas imperialistas que se retiran preparan una ofensiva contrarrevolucionario en el Mundo árabe. El ataque de Libia es su solución de emergencia. Pero ellos se pegarán un tiro en los pies.
Este área es rica en uranio. [↩]
Grégoire Lalieu es un autor asociado con Investig’Action, un equipo afincado en Bruselas y formado por periodistas de investigación independientes, dirigidos por Michel Collon. Collon es un periodista, escritor, y militante por la paz. Visite el sitio web de Michel Collon y Grégoire Lalieu (http://michelcollon.info/)
http://dissidentvoice.org/2011/03/libya-popular-uprising-civilian-war-or-military-attack/#more-30909