Criminalización de la leche cruda

La guerra de la FDA contra los contratos privados de alimentación

por Rady Ananda / 20 de octubre de 2010

Las granjas de Wright County Egg comercializaron huevos contaminados con Salmonella, afectando a unas 1500 personas. Se destruyeron 500 millones de huevos.

 

¿Es la guerra de la FDA (Administración de Alimentos y medicamentos) parte de la estrategia estadounidense para prohibir los contratos privados de alimentos?

En su libro La Revolución de la Leche Cruda…, David Grumpert expone varios casos de procesamiento contra la industria de la leche cruda (natural), y las exageraciones y engaños que las autoridades cometen en su afán de protección del consumo de alimentos.

Lo que no se conseguirá de este libro es un encubrimiento del movimiento de la leche cruda. Incluso lo defensores fueron apresados en virtud de reclamaciones exageradas y haciendo caso omiso de las pruebas obtenidas. Grumpert también incluye historias de madres cuyos hijos enfermaron gravemente al consumir leche cruda contaminada, o al menos eso se cree. Aunque el vínculo nunca fue establecido, se consumió leche cruda de una parte del rebaño. Grumpert muestra cierta compasión hacia las madres que sufrieron este problema, pero también hacia los propietarios de los productos lácteos que se vieron en la ruina por una estrategia del gobierno en contra de los acuerdos privados de consumo de alimentos.

De los caos mostrados en el libro, y de las acciones y declaraciones recientes del gobierno, se deja claro que las autoridades de seguridad alimentaria usan su poder para destruir cualquier impedimento en la comercialización de los alimentos modificados genéticamente.

Se ha mostrado hasta la saciedad como las agencias reguladores están sometidas a la industria. El presidente Obama ejemplifica esto en su Política de Alimentación, contratando directamente a personal de la industria de la biotecnología, como Monsanto y trapicheando con grupos como CropLife América. En la Corte Suprema se encuentra Elena Kagan, que intervino en el caso de Monsanto para apoyar la aprobación de los alimentos modificados genéticamente.

El agricultor, Joel Salatin, en el libro dice:

Personas como yo no confían en Monsanto. Tampoco confiamos en la FDA. Ni en el Ministerio de Agricultura. No confiamos en Tyson. Y no creemos en los alimentos que permanecen durante un mes en el interior de un buque mercante chino.

¿Y el resultado?

Cuando la gente ya no confía en sus políticos, ésta empieza a considerar el velar ella misma por su salud y bienestar. Y esto es lo que busca el movimiento local por una alimentación.

Encuentra al jefe de la FDA, John F.Sheehan, responsable de Seguridad del Huevo y la Leche.

Al parecer, empeñado en detener el «movimiento local por el patrimonio de los alimentos» está John F. Sheehan, quien la FDA contrató en el año 2000 para dirigir la División de Seguridad de los productos lácteos y el huevo. Gumpert pasa mucho tiempo en este burocracia, tan difícil de alcanzar, un abogado de las patentes con una licenciatura en ciencias de la leche. Las acciones de Sheehan personifican la destrucción que los organismos cautivos de la industria pueden causar en los pequeños productores cuando los reguladores atienden a los intereses de las corporaciones.

Sheehan también es delegado estadounidense en el Comité de Productos de la Leche y de la Comisión sobre la leche del Codex Alimentarius.. El Codex Alimentarius es un organismo que forma parte de las Naciones Unidas, que armoniza los estándares alimentarios para facilitar el comercio internacional. Pero el Codex Alimentarius también, dicen algunos, procura limitar el consumo de suplementos naturales de la Tierra y alimentos crudos ( Ver por ejemplo la película del año 2005 de Kevin Miller Los últimos días de la salud en libertad)

Gumpert, un periodista de investigación, se centró en las relaciones entre salud y negocio, encontrado a Sheehan bastante evasivo. La FDA se cerró en banda ante los esfuerzos de Gumpert para obtener información sobre él, revelando únicamente que Sheehan trabajó para la industria láctea durante 17 años. Todos sus esfuerzos fracasaron. Gumpert confiesa que viajó 2500 millas sólo para fotografiar a este hombre. Sheehan rehusó hablar con él, como hicieron otros funcionarios de la FDA.

Tratamiento desigual entre los Alimentos Naturales y los procedentes de la cría en cautividad y con productos farmacéuticos (CAFOs)

Que John Sheehan sea un abogado de patentes no es algo casual. Hay muchos alimentos para animales que están patentados, piensos modificados genéticamente, buscando un beneficio a favor de la industria biotecnológica de producción de alimentos. Esto puede indicar las lealtades a las que está sometido Sheehan, revelando la guerra de la FDA contra los alimentos naturales.

El favoritismo de Sheehan hacia Wright County, implicada en el escándalo por el envenenamiento con salmonela de 1500 personas, que sin embargo emplea una guerra sucia contra los proveedores de leche cruda, que no hicieron enfermar a nadie.

Infracciones que se tapan durante décadas, The Atlantic dijo: El dueño de huevos Wright County ha dejado un rastro de enfermedad, de maltrato y muerte durante décadas. Que se haya ocultado durante tanto tiempo indica un fracaso manifiesto de los reguladores federales.

AP, informó que las instalaciones estaban contaminadas con salmonella, al menos durante los dos años anteriores al brote de la enfermedad, este pasado verano.

El congresista Henry Waxman dijo a The New York Times que durante décadas “las granjas de DeCoster han sido advertidas una y otra vez. Pero siguieron criando pollos en condiciones insalubres, ganando millones de dólares en la venta de huevos contaminados.

¿Cómo es que de esto no se preocupó el zar del Huevo y la Leche? Los alimentos de Rawesome, un distribuidos de alimentos naturales de Venice Beach, California, no pusieron enfermo a nadie. Pero en junio, las autoridades entraron a la fuerza en el local de este establecimiento privado, hacia uso de una fuerza excesiva. ¿Para qué? Por una infracción menor: un envío inadecuado. Registraron a todos los empleados y confiscaron el producto. El caso Rawesome ejemplifica el tratamiento dispar de Sheehan, que no permite los alimentos naturales frente a los tratados con medicinas, o genéticamente modificados. Fue un asalto de película.

Creo que el asalto a Rawesome, llevada a cabo por agentes de media docena de organismos, pertrechados con sus armas, trataba de enviar un mensaje directo a los agricultores y consumidores: el Gobierno está decidido a impedir la distribución privada de alimentos, me dijo Gumpert en un correo electrónico que me envió.

Cualquiera que dude de esto, sólo tiene que consultar lo establecido por la FDA y el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales, que dicen que los norteamericanos no tienen el derecho fundamental a la libertad de contrato. Pero fueron aún más lejos, negándonos el derecho a alimentarnos según nuestras opciones, y por lo tanto no tenemos derecho a la salud.

Piense en esto durante unos momentos: las agencias federales responsables de la seguridad alimentaria y de protección de la salud humana creen que no tenemos derecho a la salud. Ellos deciden qué tenemos que comer y qué medicinas tomar. ¿?Confiarías algo valioso a alguien que te dice que no tienes derecho a ello?

La guerra emprendida por la FDA contra los contratos privados de alimentos, contra el proveedor Rawesome, se superó con el asalto a las lecherías Morningland, a la que destruyeron todo su queso. Y esto porque encontraron las autoridades listeria monocytogenes staph aureous en dos quesos. Las autoridades no presentaron pruebas ni documentación que avalase esta acusación, sin código del producto sospechoso, sin su custodia y sin indicar el nivel de bacterias, sólo un queso con la etiqueta de Morningland y al lado los armados con uniforme.

Nadié tuvo problemas de salud por consumir los productos de Morningland o Rawesome, pero sí 1500 personas enfermaron al consumir los huevos corrompidos con salmonella durante varios meses, antes de que Sheehan moviese un dedo. Sin embargo no destruyó todos los pollos de DeCoster y los huevos, ni entró a mano armada en las granjas de DeCoster.

El cierre de la Lechería Morningland es una tentativa patética de la FDA estadounidense para justificar la actuación en Rawesome, dijo Gumpert. A ningún productor de alimentos de este país se le clausura el negocio por rastros de listeria encontrados en los alimentos, ya que nadie ha enfermado y la compañía mostró buena voluntad de trabajar con las autoridades, como así hizo Norningland.

Irónicamente, Morningland se encuentra entre dos secciones del Bosque Nacional Mark Twain al sur de Missouri. Un dicho de este famoso escritor contra el gobierno podría ser: «El gobierno de mi país desaira la simplicidad honesta, pero acaricia la villanía artística.» ¿No es una villanía que los gigantes corporativos coloquen a sus directivos dentro de los organismos reguladores para eliminar la competencia?

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http://dissidentvoice.org/2010/10/criminalizing-nature’s-most-perfect-food/