Bilderberg 2010: Entre la espada y la pared

La policía catalana refresca el ambiente. Pero si llega el momento de entrar en acción. ¿de qué lado se pondrían?

Fotografía: Charlie Skelton

Un detective con una enorme calva y pantalones cortos de playa, quitó la cámara a mi esposa. “Veamos lo que hay aquí”: observa las fotografías que acaba de tomar y en ellas se basa para retenerme a las puertas del camping. Va hacia atrás para ver una foto de un convoy de limusinas que rugían en la colina de Bilderberg. “No me gusta esto”, dijo, agitando su enorme mano y señalando hacia el hotel de la reunión.

¿Sabe usted cuánto les cuesta?, pregunto Hannah. ¿Cree usted que la economía española puede permitirse este despilfarro? El detective, en actitud sombría, comenzó a borrar las imágenes de sus compañeros, usando su pulgar de gigante. “Su opinión es correcta”, gruñó.

Le entregó de nuevo la cámara a Hannah, pero había eliminado sus mejores fotografías. El detective silbó a sus compañeros, que estaban olfateando un bote de aceitunas saladas que habían encontrado en el maletero del coche. Se había dado la vuelta, estaba de espaldas a la cámara. “Póngase delante y tome fotografías”.
¡Qué diferencia con respecto a hace un año! El año pasado en Vouliagmeni cuanto traté de recabar información sobre la reunión de Bilderberg 2009, los policías griegos gritaban “Fotografías no”, en cualquier momento. Me detuvieron, me acosaron, me volvieron a detener, grité, fui intimidado, acusado como si yo fuera John Dillinger.

Este año. La policía es muy numerosa, pero te sonríen; la policía antidisturbios da el visto bueno a los manifestantes y les dejan tocar sus bocinas como forma de concienciación”, muy cerca del hotel.
“La policía sonríe y charla”, dice Daniel Turón, un psico-sociólogo español, que está aquí en Sitges para estudiar la psico-sociología de Bilderberg. “Uno de ellos dijo haber leído un libro sobre Bilderberg y otro dijo: sí, entiendo.” “La policía catalana tiene una sensibilidad distinta a la que cabría esperar. Son catalanes. Tienen sus mentes más independientes.”

Sus mentes tal vez, quizás por los recortes salariales aprobados recientemente. Hace un par de días, la policía estuvo de huelga: son parte de las medidas de austeridad de España, ( lo que el FMI llama “consolidación fiscal”), y hay mucho descontento.

Ayer el diario Público publicaba que según la estimación del sindicato catalán de la policía “ el mero despliegue de los Mosos d’Esquadra supone un coste de 150.000 euros por cada uno de los cuatro días que dura la reunión de Bilderberg”. Este sindicato ha presentado una queja formal sobre el mal uso de los recursos en la vigilancia de Bilderberg.

Además añadía: “ Los miembros del club Bilderberg no han sido elegidos por los ciudadanos en un proceso democrático, pero los costes de la reunión no la pagan ellos”.

El envejecido detective de Bilderberg, Jim Tucker, dice que el grupo Bilderberg siempre reembolsa a la nación anfitriona los gastos ocasionados. Pero si ese es el caso, entonces la policía actuaría como un ejército alquilado.

Turón está dispuesto a humanizar a los policías que están frente a él: “ Mira los ojos de los policías. Mira a la persona que está ahí. Quisieran estar con nosotros.”

Su visión es tremendamente ingenua”, se ríe uno de sus amigos y organizador de las protestas españolas, Dídac S.-Costa. “Son títeres, no son nada, una mera distracción, Son los cajeros del supermercado; tenemos que enfrentarnos al conjunto del supermercado. Se trata de un problema del sistema que rige en el mundo.” Dídac es sociólogo.

“Tenemos que utilizar las herramientas del sistema en su contra. Necesitamos un juez valiente, un abogado valiente. Necesitamos otro Garzón” (Baltasar Garzón es el juez español que emitió la solicitud de extradición contra el general Pinochet) “Tenemos que usar las armas legales a nuestro alcance, para encontrar la manera, como dicen los españoles, de ponerles entre la espada y la pared.”

Iván Torres, del Maresme ( a quien conocimos ayer en su cama de la rotonda) se vio acorralado anoche entre la espada y la pared, en las colinas donde se encuentra el Hotel Dolce Sitges. Estaba con Rafa Palacios, fundador del Movimiento Stop Secretos, tratando de desmontar algunos de ellos. Un observador que estaba en la azotea del hotel los vio arrastrándose; minutos más tarde un helicóptero de la policía llegó y corrieron a arrestarlos. Los policías miraron sus cámaras y grabaciones, y se las devolvió cuando eliminaron lo que quisieron.

Iván y Rafa fueron conducidos ante el comisario de policía de Sitges. El comisario les dijo con franqueza lo que pensaba de ellos. “Les admiro. Estamos tristes porque no queremos ninguna confrontación”. Y tal y como ocurrió con el gigante calvo de antes hizo un gesto dirigido hacia el hotel. “No me gusta esa gente. Todo lo que quiero es que las cosas vayan bien en Sitges. Están ahí arriba”, dijo el comisario. “Realmente no me gustan”.

Rafa dijo que el jueves, mientras la policía y los manifestantes se enfrentaron por primera vez y cuando Rafa cogió el megáfono, era este mismo comisario el que estaba delante del cordón de seguridad. “Usted tiene un corazón debajo de su tarjeta de identificación, usted tiene un cerebro debajo de su gorra. Usted es de los que bebería con los compañeros de fútbol, no con los de la colina.”

Rafa alargó la mano hacia el cordón. Las personas que fueron testigos de su discurso marcó la dinámica posterior entre la policía y los manifestantes. “Usted debe protegernos a nosotros; nosotros somos el pueblo. Deben estar con la gente, ustedes son parte de nosotros.”

Rafa dice que habló directamente al comisario cuando dijo: “ Vendrá un tiempo en el que se les pedirá que usen las violencia contra nosotros. Vendrá un tiempo en que ustedes tendrán que tomar partido. Tendrán que decidir.” Y Rafa dice que vio lágrimas en los ojos del comisario.

Creo que le tocó el corazón”.

http://www.guardian.co.uk/world/2010/jun/05/bilderberg-2010-charlie-skelton