Una nube de 6.500 kilómetros cuadrados aparece como la mayor concentración de gases de efecto invernadero del país
Por Lauren McCauley, 16 de agosto de 2016
Un estudio de la NASA publicado el pasado lunes confirma que un punto caliente en la emisión de metano se encuentra en la región de las Cuatro Esquinas en el suroeste de los Estados Unidos, y que estaría directamente relacionado con las fugas de gas natural durante los procesos de extracción, procesamiento y distribución.
La nube de 6.500 kilómetros cuadrados, que se detectó por primera vez en 2003 y que ha sido confirmada por los datos recogidos por los satélites de la NASA en octubre de 2014, es señalada como la mayor concentración de metano en la atmósfera de los Estados Unidos, y es más del triple que cualquier otro registro medio realizado en otros puntos de la tierra. El metano, componente principal del gas natural, es un gas de efecto invernadero, 84 veces más potente que el dióxido de carbono y que contribuye de manera importante al calentamiento global.
El estudio, publicado en las Actas de la Academia nacional de Ciencias y financiado principalmente por la NASA y la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional (NOAA), ha tenido en cuenta las fuentes de la Industria, tales como las instalaciones de procesamiento de gas, los tanques de almacenamiento, las fugas en las tuberías, así como los sistemas de ventilación de las minas de carbón.
Se encontró que las fugas en sólo el 10% de las fuentes de metano ya constituyen la mitad de las emisiones, lo que confirma las sospechas de los científicos de que las zonas de mayores emisiones están relacionadas con altos niveles de fractura hidráulica en la región.
Hay más de 20.000 pozos de petróleo y gas que operan en la cuenca de San Juan, situada entre Arizona, Colorado, Nuevo México y Utah. La Administración de Información Energética de los Estados Unidos estima que la producción anual de gas en la cuenca rondaría los 36.800 millones de m3, principalmente procedente del metano presente en los estratos carboníferos y las formaciones de esquisto.
“Los hallazgos de la NASA de que la Industria del petróleo y el gas es la principal responsable de ese punto caliente no es algo sorprendente. De hecho, los investigadores sólo encontraron otra gran fuente de emisión de metano no relacionado con las operaciones de extracción de gas y petróleo: los sistemas de ventilación de la mina de carbón de San Juan. Este descubrimiento hace que los intentos de señalar con el dedo a otros fuentes potenciales de emisiones, como afloramientos de carbón y vertederos, hayan quedado definitivamente refutadas”, declaró Western Environmental Law Center, un bufete de abogados de interés público sin ánimo de lucro.
El estudio subraya aún más los problemas de las estimaciones de las emisiones de metano procedentes de las operaciones de extracción de gas y petróleo.
“Para estimar las emisiones de metano de las instalaciones de petróleo y gas, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) utiliza un enfoque que presupone una distribución normal de las emisiones por cada proceso utilizado en la extracción, procesamiento y distribución. En realidad esta distribución de los flujos puede estar fuertemente sesgada, dando como resultado una distribución de larga cola”, escribieron los autores.
Western Environmental Law Center expresó su preocupación por esas fuentes desconocidas que suponen el 50% restante de las emisiones de metano y se muestra en desacuerdo con las conclusiones del estudio de que la mitigación de las emisiones se logrará mediante “la identificación y fijación de algunas fuentes de emisión”.
“El otro 50% de las emisiones de metano en la región no pueden ser ignoradas, y la mitigación de las emisiones requerirá que la Industria del petróleo y del gas reduzcan sus emisiones de todas las fuentes, sean grandes o pequeñas, si queremos eliminar eso punto caliente de Nuevo México”.
Citando un reciente informe de la empresa de consultoría energética ICF International, Ramón Álvarez, un científico de alto nivel del Fondo de Defensa Ambiental, señaló que las operaciones de la Industria de la región tienen “el peor récord de la nación” en fugas de metano. “Las descargas, la quema de gas, y las fugas en las zonas petrolíferas y de gas en las tierras federales y tribales de Nuevo México, supusieron la emisión de gas por un valor de 100 millones de dólares en el año 2013”, escribió Álvarez.
Tanto el estudio de la NASA como Álvarez señalan que las nuevas normas sobre el metano que están en fase de desarrollo por parte del Gobierno de Obama son clave para la reducción de estas emisiones. Pero los ecologistas sostienen que si bien estas normas son bienvenidas, como señaló el director ejecutivo de 350.org, May Boeve, “la única manera de proteger a nuestras comunidades de los riesgos de la fractura hidráulica y evitar un impacto todavía mucho mayor en el clima, es manteniendo los combustibles fósiles en el suelo”.
https://www.youtube.com/watch?v=4XwDCBOU4_o
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