Por Chris Matthews, Manuel Rico y Lorenzo Buzzoni, 17 de septiembre de 2024
La industria es en muchas ocasiones la principal fuente de ingresos de estas entidades, que defienden que ello no les resta independencia. Expertos que han estudiado el sector, como la doctora Margaret McCartney, se muestran críticos: «Es una decisión comercial de las empresas sobre lo que se considera una buena inversión».
Las organizaciones de pacientes son importantes defensoras de los enfermos. Sus redes de apoyo son esenciales. Sus campañas para mejorar el acceso a nuevos medicamentos tienen peso. Sin embargo, estas actividades dependen a menudo de los actores más poderosos de la industria: las grandes farmacéuticas.
Las principales farmacéuticas invirtieron 110 millones de euros en 2022 en organizaciones de pacientes de la UE, Noruega, Suiza y el Reino Unido, según revela una investigación realizada por el consorcio periodístico Investigate Europe. Compañías como Pfizer, Novo Nordisk y AstraZeneca financian desde actividades de sensibilización hasta campañas mediáticas y podcasts, lo que reaviva la preocupación por la influencia de la industria en el conjunto del sector.
Algunas entidades paneuropeas están financiadas mayoritariamente por las empresas y otras defienden medicamentos de gran éxito, como el adelgazante Wegovy, mientras reciben decenas de miles de euros de su fabricante.
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