Por Richard Eskow, 19 de julio de 2013
Muchas personas están indignadas con la Empresa McDonald’s tras la publicación en su página web de una Guía Financiera para sus empleados, “Cada dólar marca la diferencia”, que constituye una serie de consejos para trabajadores con un sueldo mínimo.
Pero hay que dejar a un lado el resentimiento y dar las gracias a McDoanld’s, ya que gracias a sus esfuerzos acaba de realizar un servicio inestimable para aquellas campañas que solicitan la existencia de un salario mínimo digno, peticiones que se pueden añadir a las de este próximo 24 de julio, con un oportuno y exhaustivo informe. Este nuevo sitio web proporciona datos inestimables sobre el salario mínimo.
¿Quiere acompañarlo con patatas fritas?
La nueva página web para los empleados, copatrocinada por Visa, sugiere de una forma muy amable que quien trabaje para las empresas de la lista Fortune 500 tiene que planificar sus gastos y buscarse un segundo trabajo.
Como ya han señalado otros, McDonald’s más o menos aconseja que sus empleados no se vistan, no enciendan la calefacción, no gasten mucho en educación y no paguen más de 600 dólares por el alquiler ni destinen más de 20 dólares mensuales al seguro médico. (Como señala Daniel Gross, esta cantidad cubriría aproximadamente dos días de asistencia).
Y por si esto fuera poco, apenas queda dinero para comer en el presupuesto elaborado por McDonald’s. Por lo visto, “Happy Meal” debe ser que uno es feliz si logra gorronear la comida de algún lugar.
La gente acude con fervor a las llamadas de su página web, donde también incluyen juegos interactivos, tales como “Fútbol Financiero” y “Viaje al Ahorro”, y uno se muestra atónito ante la falta de memoria cuando dicen: “Saber dónde va su dinero y cómo puede planificar su presupuesto es la llave de su libertad financiera”.
¿Y cuándo no hay dinero suficiente?
Peter S. Goodman dice que McDonald’s, debido a las políticos de los Gobiernos con las Corporaciones, pagan muy pocos impuestos, debido a las reducciones que consiguen y otra serie de concesiones.
Muchos trabajadores de McDonald’s necesitan ayudas públicas para sobrevivir, incluso se subvencionan sus seguros médicos. Así es: con dinero público se están subvencionando los bajos salarios de McDonald’s, que hasta retrae los miserables beneficios en el cuidado de la salud.
¿Subvenciones para McDonald’s? ¿ Para asistencia médica? Esta práctica debiera ser sancionada con un recargo.
Algo divertido: McDonald’s dice que sirve nueve millones de libras de patatas fritas cada día en todo el mundo ( unos 4 millones de kilogramos). Ya que algo más de la mitad de los establecimientos se encuentran en los Estados Unidos, eso significa que los estadounidenses probablemente consuman entre cuatro y cinco millones de libras de patatas fritas acompañadas con manteca de cerdo, de modo que curva el espacio-tiempo con una masa almidonada cada 24 horas.
Cada fritada servida por McDonald’s es un pequeño misil empapado en grasa que apunta directamente al sistema cardiovascular. Se pueden imaginar los enormes gastos sanitarios que genera una sola Corporación.
¿Y subvencionamos su asistencia médica, no debiera ser al revés?
En el año 2012, McDonald’s reportó unos beneficios brutos de 10 mil millones de dólares, de unos ingresos anuales de 27 mil millones de dólares. Esto significa que ha aumentado sus ingresos en un 12% desde 2010. El negocio de la manteca de cerdo va bien.
Visa, que por la razón que sea se ha salvado de las vicisitudes bursátiles de esta semana, merece una atención aparte. Como patrocinadora de la página web con los consejos financieros, Visa probablemente es la que proporcionó ese eslogan que dice: “Cada día y cada dólar marcan la diferencia”.
Visa, como McDonald’s, es una Corporación mimada. Un Gobierno no corrompido por los Grandes Capitales hace ya tiempo que habría disuelto esta empresa monopolística, sobre todo por su tendencia a abusar de una posición de dominio del mercado.
Visa se creó a partir de un fraude y de un gran banco que fue rescatado, el Banco de América, y se continúa enriqueciendo. Y como se dijo en la CNN que la OPI (Oferta pública) de 2008 “fue un golpe de suerte para sus propietarios, incluso para su mayor accionista. JPMorgan… con aproximadamente 1,3 mil millones de dólares de sus 29 millones de acciones”.
JPM acaparó los titulares con otro gran fraude, sabiendo ahora que nos sangra un poco cada vez que hacemos uso de la tarjeta de crédito o débito. Y estos dos antihéroes corporativos tienen ambos mucho mérito al hacernos ver que: no se puede vivir con el salario mínimo.
Hay mucho de cinismo en todo esto
Como aparece en este vídeo de LowPayIsNotOK.org , se necesitan unos 15 dólares a la hora para tener un sueldo mínimo en este país, y eso sin contar que no se cubrirían algunas necesidades básicas.
Si el salario mínimo hubiera seguido aumentando al ritmo que lo hacía la productividad, sería ahora de 16,45 dólares la hora, según el Centro de Investigaciones de la Política Económica. Sería de 10,74 dólares de haberse seguido el ritmo de la inflación, aunque McDonald’s y VISA demuestran ahora que eso tampoco es suficiente para vivir. El salario mínimo está actualmente en 7,25 dólares la hora.
Esto añade una dosis suplementaria de cinismo al eslogan: “Puede conseguir todo lo que quiera, siempre y cuando haga una planificación y ahorre”.
Este mentira duele sobre todos a los millones de personas para las cuales no existe ningún sueño americano. Gracias a las políticas llevadas a cabo de forma deliberada durante las décadas pasadas, la nula movilidad social y el hundimiento de los ingresos ha llegado a anegar a este país.
No importa lo que intenta ahorrar con el salario mínimo, una vida mínimamente decente estará muy lejos de sus posibilidades, a no ser que algo cambie.
En el Washington Post se hacía una crítica muy débil a McDonald’s en boca de Timothy B. Lee:
“Neil Casey dice que 600 dólares al mes por un alquiler de una vivienda es una cantidad ridículamente pequeña, pero Casey debiera pasar más tiempo en la calle. Cuando viví en San Luis, mi compañero de habitación y yo pagábamos cada uno 425 dólares al mes...”.
¿Compañero de habitación? Es un cliché que refleja las falsas ideas sobre el salario mínimo: como son adolescentes o de poco más de 21 años, están comenzando en la vida. Esto está estrechamente relacionado con el mito de que la mayor parte de los trabajadores de las empresas de comida rápida son niños los que sirven en los establecimientos.
De hecho, menos de 16% de los trabajadores con un salario mínimo son adolescentes. Muchos son padres, lo que hace que eso del compañero de habitación suene a tontería. Más de siete millones de niños viven en casas que sólo obtienen el salario mínimo. Y muchos trabajadores con un salario mínimo viven en la pobreza. ( Ver Las verdaderas causas del salario mínimo)
Hay que acabar con esta situación
Se lanza un grito contra McDonald’s, como una sola voz: “La planificación financiera de MacDonald’s en su sitio web es un Egg McMuffin”.
El dolor y la ira es palpable. ¿Qué hacemos?
En primer lugar, podemos firmar una petición para que aumente el salario mínimo a 10,10 dólares, con posteriores aumentos. Podemos apoyar las campañas sobre el salario mínimo que se han emprendido en el país, que tiene su base en los trabajadores de establecimientos de comida rápida en ciudades como Detroit.
McDonald’s debiera afiliarse al movimiento por un salario mínimo digno, porque la miseria económica hace mucho daño, en Estados Unidos y en todo el mundo. Y mientras que digo que en su menú “cada dólar empleado es un gasto acertado”, lo que muestra es que quiere aumentar sus ganancias en tiempos tan duros como estos, en una situación de declive económico.
Que pague McDonald’s a sus trabajadores un sueldo digno, pero no es algo que esperemos de esta Corporación. Así que no queda más que tomar medidas, porque estamos de acuerdo en una cosa:
Cada dólar marca la diferencia.
Richard Eskow es un conocido blogger y escritor, un antiguo ejecutivo de Wall Street, un consultor experimentado, y antiguo músico. Cuenta con experiencia en seguros de salud y economía, salud laboral, gestión de riesgos, finanzas y tecnologías de la información. Tiene experiencia como consultor tanto en los Estados Unidos como en otros más de 20 países.