Por el Dr. Al Sears, 5 de febrero de 2011
En 1976, un médico de un pequeño instituto de investigación en Menlo Park, California, hizo algo que nadie había hecho hasta entonces. Cogió a 100 pacientes de la ciudad de San Francisco… y les dio de comer. Les daba de comer 10 gramos de un alimento muy simple, pero abundante, y cada día. Y vivieron. Pero no por unos días, ni por unos meses… Vivieron un promedio de casi un año sin ningún otro tratamiento, algunos todavía estaban vivos casi cuatro años después de que se les diagnosticase como enfermos en estado terminal. El médico comparó a sus 100 pacientes con otros 1000 pacientes con enfermedades terminales. Estos sólo sobrevivían un promedio de 38 días.
Usted probablemente haya escuchado el nombre del médico, Linus Pauling, el único hombre que ha ganado dos premios Nobel no compartidos. Y, como habrán adivinado, el nutriente que mantuvo a las personas con vida fue la vitamina C.
La mayor parte de las personas saben que la vitamina C se utiliza para los resfriados y que se encuentra en las naranjas. Pero la vitamina C tiene una relación integral con la prevención del cáncer. Incluso puede provocar una remisión repentina del cáncer. Y todo empezó con el estudio del Dr. Pauling. .De hecho Pauling y su colega, el Dr. Ewan Cameron, publicaron sus resultados en las Actas de la Academia de Ciencias (1).
Sin embargo, la vitamina C no es un medicamento, y el Dr. Pauling no aplicó la cirugía. Todo lo que hizo fue alimentar a aquellas personas con vitamina C, tanto oralmente como por vía intravenosa. Pero los científicos y los médicos no se creen ni una palabra de esto.
Pauling y Cameron repitieron el estudio un año y medio después. Emplearon en el estudio a algunas de las personas que ya participaron en el anterior, ya que todavía estaban vivos, pero también eligieron a unos 1000 nuevos pacientes como grupo de control. Y los resultados fueron aún mejores.
Ocho de los 100 pacientes terminales aún estaban vivos después de que el segundo estudio hubiese terminado. El tiempo medio de supervivencia fue de más de tres años y medio. Veintidós de los 100 pacientes vivieron más de un año después de que se les dijese que su caso era incurable… frente a sólo cuatro de los 1000 pacientes no tratados. Los 22 pacientes sobrevivieron un promedio de dos años y medio después de llegar a la etapa terminal.
No me sorprendería si usted me dijese que nunca ha oído esta historia. La industria de la Medicina moderna sólo mira el negocio de la venta de medicamentos y la cirugía, y no desea que usted tenga esta información. Pero yo se la transmito, porque quiero que sepan que el cáncer es una enfermedad producida por el hombre y, por eso, tenemos una cura. De hecho, en este momento, no hay una pandemia a causa de un déficit de nutrientes. El cáncer es la mayor epidemia que el mundo haya conocido. Y puede estar relacionado con el hecho de que casi nadie tiene suficiente vitamina C.
Quizás por eso salvó a los pacientes con cáncer, y quizás también sea la razón porque no existe tanto cáncer entre los animales como lo hay entre las personas. Los animales, excepto las personas, los primates, los conejos de indias… pueden elaborar su propia vitamina C. De hecho, ésta es una de las razones por las cuales los conejillos de indias son utilizados como tales, ya que fácilmente se les puede provocar una enfermedad si no pueden elaborar su propia vitamina C.
Los hombres no lo hacen, necesitamos el aporte externo de vitamina C para vivir, y somos totalmente dependientes de nuestra dieta para conseguirlo. Más adelante explicaré cómo nos afecta esto, cómo puede protegerse, las últimas investigaciones sobre el uso de la vitamina C para prevenir el cáncer e incluso retardar el envejecimiento. Pero primero les mostraré algo: los estudios que otros no quieren que usted conozca.
En el estudio que Cameron llevó a cabo en el año 1984, no publicado hasta 1991, se analizan más de 1800 registros de pacientes con cáncer incurable y encontraron que los que recibían un suplemento de vitamina C vivían el doble de los que no lo recibieron (2).
En otro estudio del año 2006 de la Revista de la Asociación Médica Canadiense se observó a los pacientes que optaron por una terapia que presentaba unas altas dosis de vitamina C como tratamiento único del cáncer. Una mujer que tenía múltiples lesiones en el pecho decidió inyectarse 65 gramos de vitamina C dos veces por semana. Después de 8 meses las radiografías de su tórax eran normales. A un hombre con un tumor en la vesícula, extendido al músculo, le desapareció el tumor. En casos como el suyo, el cáncer suele aparecer de nuevo al poco tiempo. Optó por inyecciones mensuales con altas dosis de vitamina C, durante 4 años. Nueve años más tarde se encontraba en perfecto estado de salud, sin presencia del cáncer.
Otra mujer con cáncer en los ganglios linfáticos realizó sesiones de radioterapia durante 5 semanas, negándose a recibir quimioterapia. Utilizaba la terapia de la vitamina C en su lugar, y un año después estaba en un estado de salud normal y no había signos clínicos de linfoma. Permanece en un estado normal de salud 10 años después de conocer el diagnóstico (3).
¿Qué le parece el estudio realizado en 1997 y publicado en la revista Prostate? Los investigadores encontraron que la vitamina C provoca la muerte de las células cancerígenas de la próstata (4). También hay otro estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer, en el año 2009. El estudio dice claramente que con un nivel en sangre de 2 mM de vitamina C se mataron a casi el 100% de las células de un linfoma en menos de un día, dejando sólo las células normales. Pero usted no verá estos datos en la consulta de su médico, ni ningún hospital lo ha publicado, porque el Sistema Médico moderno realiza estudios financiados por las Empresas Farmacéuticas, en los que se emplean pequeñas cantidades de vitamina C y eso no ayuda a los pacientes de cáncer. O los pacientes con cáncer colorrectal, rara vez se benefician de las altas dosis de vitamina C por vía oral.
¿Por qué?
Pues debido a que la vitamina C es de origen natural. Si algo es natural no puede ser patentado. Para patentar algo usted tiene que probar que lo ha inventado o que ha creado algo nuevo y exclusivo. Si una Compañía Farmacéutica no puede patentar esta terapia, entonces no puede acaparar el mercado. Otras empresas también podrían hacer lo mismo a un precio inferior. La competencia impulsa a los precios a bajar y la ganancias estarían por debajo de lo que tienen acostumbrado estas compañías. Y estas compañías están acostumbradas, como Pfizer, a ganancias de 11400000000 dólares en 2009, sólo por la venta de un medicamento con estatinas, Lipitor. Así que claro, el negocio de los nutrientes en una pérdida de tiempo… y de dinero. De hecho es lo que se hizo durante años con el aceite de pescado omega-3.. hasta que una Compañía Farmacéutica encontró la manera de patentar un proceso determinado para obtenerla. Y ahora hay un producto aprobado por la FDA que es el aceite omega-3, con el nombre de Lovaza.
Afortunadamente nadie ha hecho de la vitamina C un medicamento. Pero es el tratamiento más eficaz a largo plazo que cualquier otro medicamento. Y lo mejor es que usted no tiene por qué esperar a estar enfermo para tomar vitamina C.
Detiene el daño celular y evita el cáncer
La vitamina C funciona como un antioxidante. Las moléculas se desdoblan en radicales libres que atacan a las células sanas. La vitamina C actúa antes de que los radicales libres produzcan un daño oxidativo a las células, lo que estimularía el crecimiento del tumor.
Los científicos saben esto desde la década de 1980, pero hoy en día sabemos más sobre el daño oxidativo. Ahora sabemos que las estructuras protectoras en los extremos del ADN, los llamados telómeros, son muy sensibles a la oxidación. Cuanto más cortos sean los telómeros, más sensibles son las células a volverse cancerosas.
Un nuevo descubrimiento de las propiedades de la vitamina C es que es muy efectiva para frenar el proceso de envejecimiento de las células. Un estudio japonés ha comprobado el efecto de la vitamina C sobre los telómeros. Y encontraron que el aumento del nivel de vitamina C podría frenar el acortamiento de los telómeros hasta en un 62%.
Otro estudio encontró que las células de las piel tratadas con vitamina C mantienen durante más tiempo su juventud, ya que frena el acortamiento de los telómeros del ADN de la célula. Los telómeros también sufrieron menos daños si se administraba vitamina C. (6)
La vitamina C no sólo es buena para ti: protege tu ADN
¿Cuánta vitamina C se debe tomar cada día? Vamos a aclarar las cosas sobre la cantidad recomendada diariamente. Aquí no existe control de velocidad. La RDA no quiere decir que no se tome más de la cantidad recomendada. Las recomendaciones de la RDA están estrictamente destinadas a prevenir una deficiencia nutricional grave.
Según mi experiencia, esa cantidad no es suficiente. No es una recomendación de la cantidad de nutriente necesaria para un mejor funcionamiento. Por ejemplo, la RDA recomienda de vitamina C en adultos una cantidad de 90 mg para los hombres y de 75 mg en las mujeres. Pero esto no es suficiente para frenar el acortamiento de los telómeros o prevenir el cáncer.
¿Recuerda que le dije que casi todos los animales elaboran su propia vitamina C? Bueno, sobre esta base, su cuerpo tendría que recibir de entre 3000 mg a 10.000 mg al día, es decir la cantidad que dice la RDA multiplicada por 100.
El propio Dr. Pauling tomaba de entre 12.000 a 18.000 mg al día y vivió hasta los 93 años. En base a mi experiencia, la dosis tan elevada de Pauling no suele ser necesaria. Hay tres maneras de obtener toda la vitamina C que necesita para sentirse mejor:
1. Alimentación: verduras de hoja oscura, pimientos, pasas negras de Corinto y papaya, que tienen mucha vitamina C. Dos alimentos comunes con una gran cantidad de vitamina C son los de color rojo y verde, los chiles (242 mg por 100 gramos), y la guayaba (228 mg) . Las naranjas y las fresas, por el contrario, tiene sobre unos 60 mg por cada 100 gramos.
La reina de todas las frutas por su contenido en vitamina C es la acerola (http://www.4natur.com/Espanol/EspaTxt/Acerola.html), que tiene 1678 mg por cada 100 gramos, con un contenido en vitamina C más de 20 veces mayor al de las naranjas.
- Hierbas aromáticas: el tomillo y el perejil son las mejores fuentes de vitamina C. Usted puede agregarlas a cualquier sopa, guiso o ensalada. Además, una fuente poco conocida de vitamina C son las hojas de menta. Usted puede hacer té de menta – asegúrese de cubrir la taza durante la preparación para mantener los aceites.
- Suplementos. La vitamina C es también conocida como ácido ascórbico. La vitamina C está habitualmente disponibles en las tiendas. Una dosis efectiva de vitamina C, si usted está actualmente sano, es de 1.500 mg, dos veces al día.
Las mujeres embarazadas deben recibir al menos 6.000 mg por día. Pero en momentos de estrés o enfermedad, puede tomar hasta 20.000 mg. La forma en polvo puede ser más conveniente para grandes dosis.
Referencias:
1 Cameron, E. and Pauling, L. “Supplemental ascorbate in the supportive treatment of cancer.” Proc. Natl. Acad. Sci. USA. 1976. 73:3685-3689.
2 E. Cameron and A. Campbella. “An ‘unpublishable’ clinical trial of supplemental ascorbate in incurable cancer.” Medical Hypotheses, November 1991; Volume 36, Issue 3, Pages 185-189
3 Sebastian J. Padayatty, Hugh D. Riordan, Stephen M. Hewitt, Arie Katz, L. John Hoffer and Mark Levin. “Intravenously administered vitamin C as cancer therapy: three cases.” CMAJ, March 28, 2006; 174 (7).
4 Maramag C, Menon M, Balaji KC, Reddy PG, Laxmanan S. “Effect of vitamin C on prostate cancer cells in vitro: effect on cell number, viability, and DNA synthesis.” Prostate. 1997 Aug 1;32(3):188-95.
5 Furumoto K. et al. “Age-dependent telomere shortening is slowed down by enrichment of intracellular vitamin C via suppression of oxidative stress.” Life Science 1998, vol. 63, no. 11 pp. 935-48
6 Yokoo S, Furumoto K, Hiyama E, Miwa N. “Slow-down of age-dependent telomere shortening is executed … by anti-oxidative effects of pro-vitamin C.” J Cell Biochem. 2004 Oct 15;93(3):588-97.
http://www.healthiertalk.com/biggest-epidemic-we-ve-ever-known-3305