Por Steve Watson
Las imágenes de los escáneres de los aeropuertos que muestran el cuerpo desnudo nada tienen que ver con la seguridad de los viajeros. Más bien consiste en un paso más en ese camino ya iniciado hace un tiempo de quebrar la voluntad de las personas, fomentando la sumisión y la ciega obediencia de las masas.
Tal vez, el aspecto más alarmante del uso del escáner corporal es que la gente acepta sin rechistar. Según indica en el informe la agencia Bloomberg. “ la aceptación de los escáneres corporales por los pasajeros de los aeropuertos ha aumentado tras el intento de ataque terrorista”, siendo el 92% de los pasajeros del aeropuerto de Manchester los que aceptan pasar de forma voluntaria por las máquinas, cuando antes del incidente era del 75%.
El mismo informe indica que aproximadamente el 90% de los musulmanes y los judíos ortodoxos también ceden ante la utilización del escáner, incluso antes del incidente de Detroit, en lugar de someterse a los cacheos y rastreos corporales.
Las dos terceras partes de los aeropuertos alemanes ya están implantando este tipo de escáneres de cuerpo completo, a pesar de que se afirma que es una intromisión en la privacidad. La voluntad de las personas está siendo sistemáticamente erosionada, contraviniendo el derecho fundamental a la privacidad.
Los viajeros se habían acostumbrado a quitarse los zapatos, a quitarse el cinturón, la camiseta, viajar sin agua, sin leche para el bebé, sin champú, sin pasta de dientes. Durante el viaje se deben ver las palmas de las manos, e incluso una visita al váter se puede convertir en un incidente internacional.
La cultura del miedo extremo ha ido engendrado este monstruo que grita que ésta es la única forma de estar a salvo con el hermano que todo lo ve, una respuesta similar al síndrome de Estocolmo.
Aquí es donde la tecnología juega un papel clave. Imagínense si el personal del aeropuerto, los agentes de control, desnudasen a mujeres y niños y los cacheasen mientras mantienen las manos en alto; el público reaccionaría ante tal abuso. Sin embargo, con los escáneres corporales parece que todo esto es más aséptico, ya que esta tecnología futurista marca una pequeña distancia.
En la imagen de arriba un agente de control inspecciona con un escáner corporal a una mujer, a la vista de todo el público. Abajo, un oficial nazi inspecciona las partes íntimas de una mujer, mientras observan su marido y sus hijos.
En muchas de las imágenes de los escáneres corporales que han mostrado los medios de comunicación, se muestra a personas que ocultan una pistola o un cuchillo, con la manos en alto por encima de sus cabezas. Esto de forma inconsciente crea la idea de que todos los que pasan por la máquina son culpables, y que las autoridades han capturado al delincuente gracias a las normas aprobadas.
Pero la cosa no se puede quedar aquí, sino que se pueden extender a las calles, a las escuelas, a los centros comerciales, a las estaciones de ferrocarril y terminales de autobuses. De hecho los escáneres de aeropuerto han realizado sus ensayos clínicos en las estaciones e ferrocarril de las grandes ciudades.
La misma tecnología está siendo considerada por los gobiernos para su uso general en las calles. Una vez aceptado como parte de la vida cotidiana de los aeropuertos, se hace mucho más fácil para utilizarlos en todos los lugares públicos.
Si los rayos X tienen un uso científico, sobre todo la realización de exploraciones internas en busca de daños corporales, ahora se han convertido en algo perverso y el control de las personas llega a límites indauditos.
Por otra parte, estos escáneres son similiares a C-Scan y son peligrosos para la salud. Emplean radiaciones ionizantes que penetran en el cuerpo unos pocos centímetros y se reflejan en la piel, de modo que se obtiene una imagen del cuerpo desnudo. Las investigaciones demuestras que incluso dosis muy bajas de rayos X pueden producir o bien retarsar la reparación de los daños en el ADN celular, y las mujeres embarazadas y los niños también podrían verse sometidos a estas radiaciones si se sigue en el empeño de instalar este tipo de aparatos.
( A este respecto se puede consultar el blog de Miguel Jara:
http://www.migueljara.com/2010/01/12/los-escaneres-de-aeropuerto-son-peligrosos/ )
Las imágenes obtenidas violan determinadas leyes relacionadas con la pornografía infantil. Y a pesar de que los fabricantes reconocen que se pueden no detectar materiales explosivos en la ropa, sin embargo la solución es más escáneres. De momento somos bombardeados por todos los medios a una retórica que nos dice que tenemos que renunciar a nuestras libertades y someternos a esta invasión de nuestra intimidad.
Los que impulsan estas tecnologías están dispuestos a tener grandes ganancias, empresas relacionadas con la defensa y el control del terrorismo, como el ex jefe de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, que se apuntan al llamado estímulo económico.
¿Si la gente no dice nada ante este atropello, que no sharán después? El ex comisario de Justicia dice que la exploración del cuerpo con los escáneres es una solución aceptable. Microsoft dice que colocará pulseras de vigilancia a todos sus empleados. E incluso ya se piensa en colocar a la gente pulseras en los aeropuertos para que reciban descargas eléctricas si se salen de los límites marcados por ellos. Son las pulseras Taser.
Nuevos datos biométricos y faciales. Colocación de cámaras en todos los asientos de los aviones y la instalación de software para la detección automática de los terroristas u otros peligros causados por los pasajeros. Escáneres cerebrales que capten las ondas, a fin de determinar el comportamiento de los viajeros, lo cual ya se ha probado como ensayo clínico en algunos aeropuertos. La tecnología conocida como “Malintent”, desarrollada por el Departamento de Seguridad Nacional, es un programa cariñosamente denominada “Proyecto de intentos hostiles”. La siguente imagen muestra al programa en acción.
El desarrollo de toda esta tecnología de pesadilla tiene que tener una respuesta inmediata por parte de las personas, un rechazo absoluto a este ataque a nuestra intimidad a nuestras libertades. Si seguimos permitiéndolos los ataques sucesivos no tendrán fin.
Fuente: http://www.prisonplanet.com/breaking-the-will-of-the-people-the-real-purpose-of-body-scanners.html